martes, 18 de octubre de 2011

NOTA DE PRENSA SOBRE NOVELA LOS INGENUOS

 
DE VERONICA ORMACHEA GUTIÉRREZ

Los Ingenuos de Verónica Ormachea Gutiérrez es la dramática saga de una familia oligárquica terrateniente, prepotente, excluyente y racista durante la época del pongueaje en los años 40, que abusaba a los indios como a esclavos y que era dueña de sus vidas y de la de sus familias. 
Luego, viene la revolución del 52, y la familia protagonista sufre los avatares de la misma.
En este contexto se desarrolla una historia de amor entre Juliana, una joven aristócrata, y Sebastián, un carismático muchacho sindicalista y revolucionario, que es el hijo de la empleada. La historia es vista desde la óptica de Juliana que pasa por alto el racismo y la exclusión y se inicia cuando ella, en su casa de la plaza Murillo mira desde su ventana tras unos colchones para no ser baleada, el colgamiento del presidente Gualberto Villarroel.
Los Ingenuos es una novela histórica. Existen testimonios de aquella época, pero es la primera novela que se escribe sobre la revolución nacional; es el libro que no se había escrito. Si bien el contexto es histórico y los escenarios son fidedignos, la trama y los personajes son de ficción. Revive una dramática etapa de la historia de Bolivia. Fue la época más violenta y donde más odio se vio desde la fundación de la República. Hubo persecuciones, cárceles, tortura, campos de concentración y exilio. Nunca se violaron los derechos humanos como cuando la revolución del 52.
Los Ingenuos, ganó la Mención de Honor del Premio Nacional de Novela y ha sido un éxito de ventas.
El sello Alfaguara de Santillana ha publicado tres ediciones, la última de bolsillo en Punto de Lectura.

lunes, 17 de octubre de 2011

El poder de Facebook y Twitter

Diario Página Siete
Focus


El poder de las redes sociales es gigantesco. La revolución social que ha producido la Web 2.0 en el mundo, no se la imaginó nadie y menos su creador M. Zuckerberg. Hoy se ha convertido en parte de nuestras vidas. Y el que no está conectado no vive en la era moderna.
El Facebook, cuenta con 665 millones de usuarios y Twitter con 175 millones. Su convocatoria para la interacción de la gente es inmensa y más para efectos de organización.
Los internautas incluso han derrocado, de forma pacífica, gobiernos. Un ejemplo fue la Primavera Árabe en el norte de África. A esto se llamó la Revolución 2.0. Ciudadanos, descontentos por eternas dictaduras de gobiernos y falta de atención a sus necesidades básicas como salud, educación y empleo, se comunicaron a través de las redes sociales y salieron a las calles logrando realizar importantes cambios políticos. Estos son los casos de Túnez, que se llamó la “Revolución de los jazmines” donde cayó el gobierno. Algo parecido ocurrió en Egipto, a la que se la denominó la “Revolución de los jóvenes” en la que el ex presidente Mubarak, (que estuvo en el poder desde 1981) renunció.
En Libia, sus habitantes se inspiraron en dichas revoluciones y se organizaron a través de las redes. Pero el lunático de Gadafi ordenó disparar y tuvo que intervenir la OTAN para apoyar a los civiles y opositores. La guerra civil continúa en Libia ya que la ciudadanía aún no ha podido tomar Sirte, la ciudad natal de Gadafi.
Las redes sociales también se utilizaron para la Marcha Mundial por La Paz y la No Violencia en Colombia, los “indignados” en España y se están empleando en las protestas de los estudiantes en Chile.
El Facebook y Twitter son los medios más eficaces para obtener comunicación grupal y organizacional porque son en tiempo real. Pero principalmente porque se obtiene información inmediata a la que millones tienen acceso. Incluso se publican primicias, antes de que salgan en los periódicos o en la TV. Para eso es fundamental que se realicen con seriedad.
En el caso de Bolivia, como en todo país, el FB y el Twitter sirven para muchos objetivos. La gente postea eventos sociales de todo tipo, cumpleaños, fallecimientos, ideas, experiencias, fotos, videos, pensamientos, artículos de periódicos, chismes, fiestas, amoríos, campañas de todo tipo e incluso parejas se han casado.
También se hacen páginas de apoyo a personas o causas. Un ejemplo es el del académico Juan Antonio Morales que fue víctima de una injusticia y fue tomado preso. Miles expresaron su solidaridad y protestaron. Estas continúan.
Otro caso es el del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) en que miles expresaron su defensa al medio ambiente. A través de las redes, se convocaba a la población a marchas y vigilias.
Todo depende a quien se esté conectado. Hay internautas muy interesantes, creativos y muy bien informados que ponen a diario más de una información u opinión en el FB. Por ejemplo, Puka Reyesvilla, Carlos Valverde, Maggie Talavera, Carlos Hugo Molina, Tuffí Aré o Gerson Rivero que no sólo informan con precisión sino que opinan sin reparos.
¿Es una adicción? Probablemente. Eso sí podemos asegurar que las redes sociales son el máximo ejemplo de la libertad de expresión y de democracia.

sábado, 1 de octubre de 2011

¿Logrará Palestina ser un Estado?

 
Diario Página Siete,
FOCUS

Por ahora Palestina - que solicitó a la ONU que se la acepte como Estado pleno - probablemente sólo ingrese con un estatus de observador sin derecho a voto, algo así como El Vaticano.
Esto porque EEUU ha anunciado que vetará su petición y ha instado a Palestina e Israel a retomar el diálogo para lograr la paz definitiva.
El presidente de palestina Mahmud Abás presentó una solicitud histórica ante la ONU de ingreso de Palestina a la comunidad de naciones como Estado libre, soberano e independiente con las fronteras de junio de 1967, que incluye Cisjordania, Gaza y  Jerusalén como capital.
Los palestinos se han contagiado de la “Primavera Árabe”, aunque a su manera. Se cansaron de los diálogos bilaterales e estériles y llevaron su petición al ámbito multilateral. El primer ministro israelí Netanyahu aseguró que los palestinos se niegan a negociar.    
Palestina, para ser reconocida como 194 miembro pleno de la ONU, debe tener nueve de quince votos de miembros del Consejo de Seguridad y ningún veto de los cinco miembros permanentes que son EEUU, Rusia, China, Francia e Inglaterra. Hace un par de días, el Consejo de Seguridad apoyó la petición palestina y pasó al Comité de Adhesiones de la ONU, lo que es un gran avance.
En 1947, dos años después de que terminó la Segunda Guerra cuando los nazis asesinaron a seis millones de judíos, los sobrevivientes del holocausto quedaron sin un lugar donde vivir.
La ONU, tras una votación de los países, dio un territorio soberano e independiente a los judíos y se fundó el Estado de Israel.
Palestina, o Tierra Santa, que estaba bajo el Mandato Británico, fue partida en dos creando dos Estados, uno palestino (43%) y otro israelí (56%) y a Jerusalén se la declaró entidad especial administrada por la ONU.
En 1967 el territorio palestino fue ocupado por Israel tras la Guerra de los Seis Días y sigue bajo su dominio hasta el día de hoy, dejando a los árabes sin territorio. Desde entonces ha habido permanentes enfrentamientos entre palestinos e israelíes. Incluso los palestinos formaron la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) brazo armado de los árabes allí asentados.
En 1988 Palestina, con Yaser Arafat, obtuvo el reconocimiento de 104 países. Unos lo dejaron al nivel de delegación y otros a nivel de misiones diplomáticas, como Francia e Inglaterra, estatus reservado para los Estados.
En Cisjordania está Fatah (partido político de Abás) así como la sede de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), en tanto que en Gaza se encuentra Hamás  que según Washington es el brazo político de una organización terrorista. Esto provoca desconfianza no sólo para los acuerdos de paz sino para que Palestina sea reconocida como Estado pleno. A esto se suma que EEUU e Israel son aliados incondicionales.
Si la ONU le diera a Palestina el status de observador, sería un importante adelanto. Estos tendrían acceso a organizaciones como la UNESCO y la PAHO. Ésta no es una decisión de la noche a la mañana. Será un proceso que tome tiempo, más aun por la amenaza de Hamás.
Todos los ciudadanos merecen vivir en paz en un territorio libre soberano e independiente.
¿Pararía Hamás las agresiones si Palestina es reconocida como Estado pleno? ¿La aceptación de Palestina en la ONU traería una paz duradera en oriente próximo?