domingo, 17 de marzo de 2013

Chávez era Chávez



Diario Página Siete       16/3/2013

Nos guste o no, Chávez tuvo un liderazgo indiscutible. Murió él y con él, el chavismo. Ninguno de sus seguidores podrá reemplazarlo y menos Nicolás Maduro, que se entronó ilegalmente. Tampoco habrá un mandatario latinoamericano que tome su lugar en el liderazgo de la “nueva izquierda” regional.
El ex presidente de Venezuela Hugo Chávez, un carismático militar golpista, gobernó su país durante 14 años y murió con cáncer en días pasados.
Su funeral fue apoteósico ya que media Venezuela fue a llorarlo. Había ganado las últimas elecciones por poca diferencia del líder de la oposición Henrique Capriles, pero no llegó a ser posesionado.
Chávez creó el Socialismo del Siglo XXI y propagó su proyecto bolivariano en el que deificó a Bolívar. Se sentía la reencarnación del libertador.
Fue afortunado porque cuando gobernó, el precio del barril de petróleo llegó a costar U$ 140. Derrochó, sin embargo, el dinero de sus compatriotas como su fuera suyo.
Fue dadivoso con los pobres en temas de salud, educación y vivienda convirtiéndolos en su base electoral. La pobreza bajó del 50% al 29%; la pobreza extrema del 22% al 12%; y el desempleo se redujo del 15% al 6%. Desgraciadamente les dio el pescado, pero no les enseñó a pescar porque su política era asistencialista.
También fue generoso con sus vecinos latinoamericanos. Dio préstamos, cooperación, donaciones, ventas del petróleo a precios irrisorios con el fin de mantener el liderazgo en la región.
Si bien apoyó a Morales a consolidarse en el poder, hoy la deuda de Bolivia al país caribeño es quince veces más desde que Evo es presidente.
Vendió petróleo a Cuba con precios casi subvencionados lo que ha mantenido estable a la isla de la misma manera cuando fue apoyada por la ex URSS. Ahora los Castro se verán en figurillas si es que la oposición gana las elecciones. Embanderó su política exterior contra el imperialismo y los insultaba cuando podía a pesar que EEUU era su principal nicho de exportación de petróleo.
Fundó e impulsó varios grupos regionales. El más emblemático fue la ALBA principalmente para incorporar a Cuba en el contexto internacional. Según el presidente de Criminal Justice International Associates, la familia del ex mandatario habría amasado una fortuna de 2.000 millones de dólares.
¿Sus réditos? Su enorme popularidad, la reafirmación de su liderazgo regional y el permanente apoyo a su país en organismos internacionales.

Maduro quiere continuar con el chavismo, pero empezó mal. Chávez lo nombró su vicepresidente sin siquiera haber asumido la presidencia. Luego, en pleno funeral del ex presidente, chavistas del TSJ maquinaban la designación fraudulenta de Maduro, que se posesiono como “presidente encargado”. Según la Constitución, el puesto le correspondía a Diosdato Cabello, presidente de la AN. Un atropello más.

Maduro tomo posesión rápidamente como parte de una estrategia política.
Primero para ganar tiempo y aprovechar el duelo de los chavistas y obtener el voto póstumo así como para utilizar el aparato estatal para hacer la campaña cuyas elecciones serán el próximo mes. Esto les dará gran ventaja, pero no significa que ganen porque el pueblo votaba por Chávez y no por Maduro.
El que asuma la presidencia, tendrá el gran desafío de sacar de la crisis a un país polarizado. La deuda externa es de 95.000 millones y la inflación del 20%. A esto se suma la escasez de productos de primera necesidad. Difícil tarea.

sábado, 2 de marzo de 2013

Dejarán los Castro el poder?

Diario Página Siete

Por primera vez, Raúl Castro dejó entrever la posibilidad de renunciar.  "Voy a cumplir 82 años y tengo derecho a retirarme. ¿No lo creen?", comentó a un grupo de periodistas. 
En días pasados el Congreso cubano lo reeligió para que asuma la presidencia por los próximos cinco años. El líder cubano tiene 82 años, edad muy avanzada para gobernar un país. 
Su reelección no fue ninguna novedad porque nadie saca del poder a la dinastía Castro que gobiernan Cuba desde la revolución de 1959.
En su discurso ante el Parlamento, el presidente anunció que éste será su último período en el cargo. También afirmó que el país ha alcanzado un momento trascendente donde está listo para transferir la responsabilidad y poder a una nueva generación. A pesar de lo dicho, no se presenta un claro sucesor. 
Raúl Castro designó a Miguel Díaz - Canel como vicepresidente del Consejo de Estado y se perfila como un potencial sucesor. Una figura joven con escasa experiencia militar que no había nacido cuando estalló la revolución. 
Su  nombramiento, sin duda, demuestra un avance generacional, da una buena señal, pero es muy posible que Cuba se mantenga en la trasnochada línea socialista de los Castro. El gobierno cubano ha anunciado en varias ocasiones que no prevé cambios políticos; ha reafirmado la ideología socialista y mantendrá el monopartidismo lo cual coloca una incógnita sobre el futuro político de la isla. 
Raúl Castro ha actuado de forma más moderada que su legendario hermano Fidel, que renuncio a la presidencia por motivos de salud y entronó a Raúl. En su discurso de posesión anunció que planea introducir en la constitución limitar a dos los mandatos de funcionarios de alto rango así como definir edades tope de los empleados del Estado. Esto nos hace pensar que al final de su mandato habrían cambios políticos.  
El presidente ha realizado reformas económicas y sociales desde que tomó el poder. La empresa privada ha crecido. Ahora los cubanos pueden tener su propio negocio y hace dos años se hace entrega de tierras baldías para agricultores privados que además tienen acceso a créditos. También se ha autorizado, aunque parcialmente, la compra y venta de casas y automóviles. De igual manera, se implementado una relativa reforma migratoria lo que permite a los cubanos viajar al exterior. 
Esto demostraría cierta apertura. La incógnita surge, sin embargo, al preguntarnos que si su posible sucesor Díaz –Canel estaría dispuesto a realizar cambios políticos fundamentales como la apertura total al sistema democrático con derechos y libertades plenas, la creación de partidos políticos y el consiguiente llamado a elecciones y así enterrar a la dinastía castrista, un modelo agotado en un mundo globalizado que camina hacia la modernidad. 
Por ahora Cuba sobrevive porque el gobierno venezolano le vende petróleo a precios muy bajos. Pero si aquello dejara de ocurrir - ya que la salud de Chávez es un misterio - sus habitantes se verían en dificultades. Cuba debería abrir sus mercados, prescindiendo de su ideología socialista, como lo ha hecho China, que a pesar de ser comunista ha logrado tener un crecimiento del 10%. 
En su mandato de los próximos cinco años, el presidente tendrá el reto de continuar con las reformas emprendidas desde que sucedió a Fidel y preparar el cambio hacia la apertura a la democracia plena en el único país socialista de occidente.