ANF, Pag 7, El Día, La Patria, El Periodico, Mundiario, SudamericaHoy
Las noticias falsas siempre han existido.
Un ejemplo ha sido el magnate de la prensa estadounidense William Randolpf Hearst,
creador de la prensa amarilla que dijo: "Si no pasa nada, tendremos que
hacer algo para remediarlo: inventar la realidad".
Ocurre que ahora las fake news se han convertido en un
fenómeno a raíz de las poderosas redes sociales como Twitter, Facebook y otras.
Las noticias falsas son
informaciones tendenciosas sacadas de contexto que se difunden en forma de
noticia en las redes sociales de internet y otros medios, con el fin de
desinformar y manipular al lector. Generalmente están vinculadas a la información
política y su intención también es, entre otros, ensalzar o desprestigiar a una
persona, acontecimiento o institución.
La realizan los piratas de la
informática. Y, cuando los
vendedores observan que genera
trafico y se vuelve viral, insertan publicidad.
Fake news, fue elegida como la
“Palabra del año 2017”, por el diccionario Collins.
Lo peligroso es cuando el lector
no identifica a las noticias falsas.
Una persona instruida, debería
poder discernir entre la información verdadera o falsa. Y, si tiene dudas, debe
consultar a fuentes seguras ya que las redes no son precisamente fuentes
confiables.
Un ejemplo es lo que ocurrió en
un pueblo de México. Se difundió por WhatsApp rumores sobre secuestradores de
niños. Los comunarios tomaron la justicia en sus manos y los quemaron vivos quitándoles
la vida. Estos eran inocentes.
Más de la mitad de los habitantes
del mundo tiene acceso a internet. Y, cualquier ciudadano de a pie, puede abrir
una cuenta en Facebook o Twitter, incluso con una identidad falsa, y manipular información.
Trump ha puesto de moda a las fake news. Cuando la prensa lo critica,
lo incomoda o no sabe qué responder, los acusa de estar dando noticias falsas.
La finalidad de dicho presidente
es romper el dialogo, desprestigiar al medio de comunicación y crear
desconfianza y confusión en la ciudadanía. Pretende ser el dueño de la verdad y
que su palabra sea la cierta.
El presidente de Estados Unidos, vive
en una eterna batalla contra los medios de comunicación.
Durante su campaña dijo: “La
prensa es el enemigo del pueblo americano” y acusó a los medios de dar
información “falsa y deshonesta”. No pierde ocasión de insultarlos y
demonizarlos.
Si algo necesita un político es
tener buenas relaciones con la prensa. Pero Trump, que no tiene filtros, transgrede
con todo y todos. Lo único que le interesa es figurar y que hablen de él, ya
sea bien o mal. Busca ser el centro de atracción.
El caso más emblemático de las fake news es el Proyecto Laktha.
El fiscal estadounidense Mueller
acusó a 13 rusos y a tres empresas de ese país de interferir en las elecciones
del 2016.
Los piratas de la informática crearon
miles de cuentas en las redes sociales con nombres estadounidenses inexistentes
y enviaron noticias falsas desde Rusia y otros sitios.
Su fin, a través de la guerra de
información, era generar desconfianza de los candidatos, del sistema político y
de la democracia. Y su principal objetivo
era desprestigiar a la candidata demócrata Hillary Clinton.
El partido demócrata de Estados
Unidos, demandó a Rusia, al equipo electoral de Trump y a Wikileaks por
supuestamente haberse aliado
e interferir en las elecciones
del 2016.
Afirmaron que algunos republicanos
conspiraron con el gobierno ruso para hackear a los demócratas y difundir
información robada con el fin de dañar la imagen de Hillary Clinton.
El internet nos ha dado muchas
facilidades, pero también es un instrumento que puede ser muy dañino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario