FOCUS
Fue inédito. A través de movilizaciones pacíficas, la sociedad
civil boliviana hizo caer al dictador Evo Morales. Fuimos protagonistas de un
hecho histórico. Un ejemplo para el mundo. Todo empezó cuando se detectó el fraude
electoral instruido por él a su favor, y le arrebató la elección a Carlos Mesa
que salió en segundo lugar.
Bolivia vivió algo parecido a la Primavera Árabe del 2010 que
nació en Túnez donde los pueblos se levantaron contra gobiernos autoritarios
creando un efecto dominó que terminó con la caída de varios presidentes. ¿Nos seguirán
Venezuela y Nicaragua?
Los bolivianos salimos durante 21 días a las “mil esquinas” del
territorio porque no queríamos convertirnos en otra Venezuela.
Fue la “revolución de la pititas”. Amarrábamos pitas a los
arboles para bloquear las calles y mientras tanto hacíamos flamear la bandera
de Bolivia, portábamos carteles, golpeábamos ollas, marchábamos, hacíamos vigilias,
y lanzábamos arengas contra el fraude por la democracia y por la renuncia de
Morales.
Los grandes protagonistas fueron las mujeres y los jóvenes.
Estos no habían conocido otro presidente que el dictador Morales y clamaban por
democracia.
Recibíamos al día cientos mensajes y convocatorias en wasap e
internet que se viralizaban al instante.
Los cruceños fueron ejemplares. Hicieron vigilias día y
noche bajo el Cristo y de allí surgió el liderazgo de Fernando Camacho, con la
biblia.
Éramos millones y logramos de forma pacífica paralizar al
país. Los bolivianos en el exterior también protestaron.
Luego la Policía así como las FFAA -en cumplimiento de la
Carta Magna- nos dieron su apoyo. Estos últimos
“sugirieron” la renuncia de Morales y éste lo hizo.
Cuando Morales dimitió hubo un punto de inflexión. El país
se convirtió en un infierno.
Se escondió en el Chapare, sede de los cocaleros, y derrotado,
ordenó a sus huestes quemar casas, instituciones, autobuses, y destrozaron lo
que encontraron en su camino mientras gritaban “guerra civil”.
Luego se asiló en México. ¿Por qué no se fue donde sus
amigos cubanos o venezolanos?
Allá violó las normas de asilo político diciéndole al mundo
que le habían hecho un golpe cívico -policial, lo cual es falso. Prueba clara
es que luego hubo una sucesión legítima y hoy contamos con la presidenta constitucional
Jeanine Añez.
Desde el exilio dorado siguió ordenando a sus partidarios cometer
actos criminales con explosivos para cercar la ciudad de La Paz y privarnos de
alimentos, gasolina y gas. Los había, pero bloquearon las calles y evitaron que
lleguen a la ciudad. Sin embargo, resistimos.
Tal vez quiso emular al Cerco de La Paz que realizó el indígena
Tupac Katari en 1781 contra los españoles donde los habitantes terminaron comieron
perros.
Lo peor fue el intento de volar la planta de hidrocarburos
de Senkata. Si explotaba, los autores se hubieran inmolado y cometido
genocidio. Aquello dio como resultado 8 muertos. En Cochabamba también hubo enfrentamientos
entre cocaleros y las fuerzas del orden.
Aun hay bloqueos y el gobierno está dialogando con los
movimientos sociales.
Lo fundamental es que promulgó la Ley Electoral de Convocatoria
a Elecciones Generales que se realizarán en marzo del 2020.
La ley impide que Evo se presente como candidato no así a
sus partidarios. Aquél no dejó
un sucesor por su deseo de perpetuarse en poder como Fidel Castro,
Franco y el mismo Hitler y su Reich de los mil años.
Morales tal vez jamás pueda volver a Bolivia porque el gobierno
le ha presentado una querella penal por terrorismo y sedición.
Hace catorce años muchos bolivianos y el mundo vieron con satisfacción
que un indígena fuera elegido por primera vez como presidente de Bolivia.
Morales tuvo la oportunidad de realizar cambios fundamentales
para sacar al pueblo de la pobreza y mejorar la educación, salud y servicios
básicos, pero no lo hizo. Derrochó el dinero de los bolivianos en gastos
innecesarios.
Éste es el lamentable resultado de su gobierno dictatorial,
autócrata y racista. Es el fracaso del Socialismo del Siglo XXI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario