La valentía de Juan Guaidó al autoproclamarse presidente
interino de Venezuela, ha marcado el punto de inflexión
para que destruida Venezuela retorne a la democracia.
Esta coyuntura está dando resultados sin precedentes.
El país caribeño vive una situación inédita. Tiene dos
presidentes: Maduro ilegal que se aferra al poder y
Guaidó legítimo ya que es presidente de la Asamblea
Nacional o Parlamento.
El mundo no ha quedado indiferente ante la dictadura
chavista-madurista que gobierna hace 20 años que ha
provocado la peor crisis humanitaria, económica y política
de su historia moderna.
La fracasada revolución bolivariana del S. XXI ha violado
los DDHH, llevado al país a la bancarrota, y provocado
un éxodo de más de 3 millones de habitantes.
La comunidad internacional demócrata, ha brindado un
espaldarazo sin precedentes a Guaidó, entre ellos EEUU,
que dará apoyo financiero a la oposición y ha reconocido
a su encargado de negocios. Con esto, tiene gran parte
la batalla ganada.
Guaidó ha recibido el respaldo de la OEA, el Grupo de
Lima (excepto México), el presidente del BID e Israel.
Otros países se están sumando.
En tanto Gran Bretaña, España, Francia, Alemania y
Portugal han dado un ultimátum al régimen de Caracas
para convoque hasta el próximo domingo a elecciones
libres y transparentes, caso contrario reconocerán a Guaidó
como presidente encargado. La UE también ha exigido a
Maduro que llame a elecciones.
Miraflores ha sido respaldado por países dictatoriales de
izquierda así como por potencias con las que tiene intereses
comerciales y políticos.
Maduro se encuentra más acorralado que nunca. Cuenta,
sin embargo, con el apoyo de la cúpula de las FFAA que lo
han anunciado públicamente.
Según la columnista de “El Comercio” Virginia Rosas, los
militares reciben prebendas, manejan 9 ministerios y controlan
PDVSA que recauda 96% de los ingresos del país. También
controlan un banco estatal, y las riquezas mineras auríferas
del Orinoco de forma secreta que se explica por la corrupción.
Incluso afirma que existe el “Cártel de los Soles”, que trafica
cocaína desde la frontera con Colombia. Asegura que 200
toneladas transitan anualmente por el puerto de Maracaibo
comandado por D. Cabello, hombre fuerte del gobierno.
Se cree que ante dichas prebendas, las FFAA respaldan a
Miraflores.
El único uniformado que ha apoyado a Guaidó, ha sido el
agregado militar en Washington, probablemente porque
observa la inminente caída del régimen. También ha habido
alzamientos militares de grupos chicos, pero frustrados.
Guaidó está buscando el acercamiento con militares y policías
de mandos medios y bajos. El parlamento les ha ofrecido
la Ley de Amnistía que deberían aceptar.
Las FFAA deberían negociar el retiro de Maduro del gobierno
y reconocer a Guaidó como presidente interino, como manda
la Constitución. Caso contrario, resultará difícil que éste asuma
la presidencia.
Guaidó también estaría en conversaciones con el gobierno
para acordar una solución política para que Maduro deje el poder
usurpado, acepte el gobierno de transición, y se llame a elecciones.
Maduro ha recibido sanciones económicas y seguramente los
países democráticos las seguirán implementando.
El Secretario de Estado de EEUU solicitó ante el Consejo de
Seguridad de la ONU que los países corten relaciones comerciales
con el gobierno de Miraflores y reconozcan a Guaidó.
Maduro intentó retirar U$1.200 millones de oro del Banco de
Inglaterra y Gran Bretaña se lo negó. Incluso analizan la posibilidad
de acreditar las cuentas al potencial gobierno de transición.
El Tesoro de EEUU se encuentra buscando la vía para que los
pagos por importaciones de petróleo sean a la Asamblea Nacional.
Entretanto la oposición en el exilio ha coordinado con la universidad
de Harvard un plan de emergencia para reconstruir Venezuela.
Lo cierto que la única manera de retornar a la democracia será
de manera negociada y pacífica, con el apoyo de las FFAA a
Guaidó para así evitar un enfrenamiento.
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