martes, 26 de mayo de 2020

COLAPSO MUNDIAL

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COLAPSO MUNDIAL

PAg7, Los tiempos, Mundiario, SudamericaHoy, La Patria El Día, ANF, EJU, El Periódico.


La pandemia del COVID-19 es la más devastadora que hayamos conocido. Nada que ni usted ni yo, ignoremos.
La única agradecida es la madre naturaleza que ha dejado de ser contaminada y maltratada por el hombre, su peor enemigo.
Como nos advirtió Merkel, fue “el mayor desafío” que haya conocido Alemania desde la Segunda Guerra.
Me permito decir que ha sido el mayor desafío no sólo para Alemania sino que para el mundo.
Ni los países más ricos y desarrollados han demostrado estar preparados para afrontarla. Se ha comprobado su falta de protección médica y social para ayudar a sus habitantes. Una evidencia vergonzosa, cuando su primer objetivo es proteger a sus ciudadanos.
EEUU, el país que más muertes ha tenido, no contaba ni con los medios porque Trump -en su proyecto de presupuesto de este año- propuso más gastos en defensa y la construcción del absurdo muro que los separa con México a costa de recortar programas sociales como Medicare.
Desde el inicio de la pandemia, se han contagiado casi 3 millones de personas, han fallecido más de 340 mil aunque afortunadamente se han recuperado más de dos millones, según JHU.
Aparte de que están muriendo por doquier, la economía mundial se está yendo al tacho.  
Esta es la peor crisis financiera mundial desde la Depresión del 29.
Todo se traduce en que si no hay demanda, no hay oferta. Y lo serio será que aquella no se recuperará
de la noche a la mañana ni las cadenas de distribución, porque la gente sigue muy asustada.
El COVID-19, causó la debacle de los mercados de valores internacionales golpeando el precio de las acciones y los bonos. El precio de los hidrocarburos -el parámetro más significativo en términos económicos- bajó. Una caída no vista desde lo años noventa.
Si antes de la pandemia el precio por barril llegaba a cerca de U$ 54 hoy llega a apenas U$ 34.3.
Cuando el coronavirus atacó, a los productores les costaba más almacenarlo que venderlo, por tanto llegó a cotizarse a precios negativos.
Se estima que el PIB mundial caerá este año al 3%, según datos del FMI. En torno al desempleo, según la OIT, casi la mitad de la población económicamente activa está en riesgo de perder sus fuentes de ingreso. El turismo, que significa el 10% del PIB mundial disminuirá este año del 1 al 3%.
El crecimiento de Bolivia el 2020 era del 2%, tras el virus, la economía decrecerá en 2%. Por esto es recomendable cumplir con las reglas de la cuarentena.
Los países han tomado medidas. En Bolivia, gobierno de Añez ha diferido el pago de las cuotas de los prestamos bancarios por el lapso de 6 meses y ha dado liquidez a los bancos para que coloquen prestamos a las empresas con el fin de que no despidan a sus empleados.
El gobierno, asimismo, está distribuyendo bonos para los sectores más vulnerables que son los ancianos, los discapacitados, los trabajadores informales y los niños.
La pobreza aumentará. Según Oxfam, entre el 6% y el 8% de los habitantes del planeta podrían caer en la pobreza, mientras los gobiernos paralicen la economía para frenar el COVID-19.
Los organismos internacionales de crédito están ayudando a los países en vías de desarrollo a paliar la crisis.
Desgraciadamente vivimos en una sociedad de consumo y no de la cultura del ahorro. Se estima que la economía mundial se demoraría 4 a 5 años en recuperarse.

Se cree que la vacuna salga al mercado a principios del próximo año. En tanto el mundo vivirá atemorizado y tomando las precauciones necesarias para no contagiarse, caso contrario es posible que se presente otra.

lunes, 11 de mayo de 2020

María Esther Ballivian, pintora universal

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Pag7, Los Tiempos, EJU, El Día, La Patria, El Periódico, ANF, Mundiario, SudamericaHoy

“María Esther venció su propia muerte. Ella permanece… existe en sus cuadros, en las enseñanzas a sus alumnos y en los recuerdos de quienes compartieron con ella”, escribe su hija Marie France en el prólogo de su libro María Esther Ballivián.
Marie France Perrin nos vuelve a sorprender. Esta vez con su sexto libro. Uno excepcional en el que realiza una completa semblanza de la vida y obra de su madre.
María Esther Ballivián (1927- 1977), probablemente heredó la vena de su abuela paterna, que pintaba.
Su primera fuente de inspiración fue su hermana Consuelo, que hacía de modelo.
María Esther fue alumna del pintor Lituano Juan Rimsa quien entabló gran amistad con la familia Ballivián. Solían viajar a su finca en Yungas cuyo paisaje verde y salvaje fue fuente de inspiración del lituano, que dejó huella en Bolivia el siglo pasado.
Cuando estalló la revolución de 1952, Ballivián incursionó en el periodo social. Luego
fue a estudiar a Chile donde siguió con sus estudios en el Taller 99 del renombrado pintor Nemesio Antúnez. Él señaló sobre la pintura de su alumna: “eran como explosiones volcánicas, avalanchas, ventisqueros o tal vez, como decía ella, sólo explosiones de formas y colores”.
Estando allá incursionó en el post cubismo y expuso su obra pictórica en Santiago.
Se casó con el conocido arquitecto Luis Perrin. “Si no me hubiese casado con María Esther, nunca me hubiese casado. Ella fue la única mujer que me movió el mundo”, le dijo a Macri Bastos. Él fue su más serio crítico.
Obtuvo una beca en París y fue a vivir allá acompañada de su marido. Allí siguió con su formación. Se inscribió en Atelier 17 del británico Wiliam Hayter, conocido por la técnica del grabado. “Ese artista contribuyó a que en ella surgiera esa increíble capacidad de abstracción que impregnó su trayectoria posterior”, dijo el curador José Bedoya.
También estudió en la Académie de la Grande Chaumiére donde conoció a Henri Goetz y que luego trabajó en su taller.
En París exhibió sus obras en el Cafe du Dôme, donde iban los artistas e intelectuales conocidos de la época.
Perfeccionó sus estudios de grabado en metal en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro.
“Las experiencias que fue acumulando durante su continuo aprendizaje, nos revelan a una artista cuyo afán de conocimiento no tenía límites …”, dijo su alumno y antropólogo Edgar Alandia.
Volvió a Bolivia e incursionó en el desnudo para los cuales dibujaba bocetos y luego plasmaba en lienzos.
Se dedicó a la cátedra, donde enseñó a pintar así como la técnica del grabado y formó un escuela de pintores.
María Esther Ballivián tenía una personalidad cautivadora y era de una belleza destellante.
Influenciada por Simone de Beauvoir, fue una precursora del feminismo en Bolivia. Durante esa época, sólo usaba su apellido de soltera.
Compartió taller con el renombrado pintor y amigo Alfredo La Placa. Mientras él trabajaba vestido con un mandil blanco y tenía todo ordenado, ella usaba una camisa llena de manchas de pintura, escuchaba música, fumaba cigarrillos, dejaba bocetos en el piso y colgados en la pared, y sus cuadros lucían en distintos caballetes. Era una bohemia total.
Fue merecedora de varios premios entre ellos el de la Bienal IMBO.
Su obra aun se sigue exponiendo en Bolivia y de forma permanente en el Museo de Arte Contemporáneo de América Latina de la OEA en Washington, junto a los más destacados artistas latinoamericanos como Fernando Botero.
Una sala de la Casa de la Cultura “Franz Tamayo” lleva su nombre así como dos calles de la ciudad de La Paz. También inspiró un poema a Gregorio Reynolds.
María Esther Ballivián, María Luisa Pacheco, Marina Núñez del Prado, y Graciela Rodo Boulanger, se encuentran entre las mujeres más universales y representativas del Arte Moderno femenino boliviano.
Este magnífico libro tan completo y cargado de ilustraciones de gran calidad, son un homenaje conmovedor de una hija a una madre. María Esther ha dejado un legado que traspasa fronteras.




* María Esther Ballivián, Marie France Perrin, 2019.

¿El coronavirus ataca menos en la altura?

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“La radiación ultravioleta ahora resulta un mecanismo formidable para nuestra defensa ante el coronavirus”, aseguró el médico boliviano Gustavo Zubieta, experto en medicina de altura.
La ciudades que están encima a los 3.000 metros sobre el nivel del mar, están más expuestas a los rayos ultravioletas que vienen del sol y esteriliza las superficies, según un estudio realizado por dicho médico, publicado en el diario La Razón.
El nivel de radiación ultravioleta en la altura ha sido constatado el año 2009 en un estudio realizado por Zubieta junto a científicos daneses.
El médico ha recomendado que se atienda a los enfermos de COVID-19 en hospitales destinados sólo a esa enfermedad y que estén en zonas alejadas de la ciudad como el altiplano ya que allí existe mayor radiación UV.  
Recomendó que en el techo de las salas de terapia intensiva existan claraboyas que permitan el ingreso de los rayos y así todo se esterilice de manera natural.
En Bolivia, el primer caso de coronavirus se presentó en una mujer de Oruro que lo importó de Italia.
A raíz de aquello, y cuando se empezó a expandir la pandemia, el gobierno de Añez decretó el 22 de marzo el estado de emergencia sanitaria y la consiguiente cuarentena.
Según información reciente del Ministerio de Informaciones, el total de personas contagiadas comprobadas en Bolivia son 2.437, han fallecido 114 y se han recuperado 258 en casi dos meses.
Sólo haré referencia a los departamentos que están sobre los 3.000 msnm y a los contagiados confirmados.
El departamento de La Paz (que incluye la ciudad de El Alto) que se encuentra entre 3.100 y 4.100 msnm se han contagiado 301 personas y han fallecido 16.
Ocurre que los habitantes de la zona altiplánica de El Alto que alcanzan cerca al millón, no están respetando las normas de seguridad impuestas y se ha convertido en un hervidero de gente. Curiosamente hay pocos contagiados.
Oruro, que está a 3.800 msnm existen 121 contagiados y han muerto y 9 personas. Potosí, que se halla a 4.000 msnm existen 35 contagiados y ha fallecido 1 persona.
En cambio en la ciudad de Santa Cruz, que se halla a 416 msnm, existen 1.537 contagiados, que abarca el 63% de todo Bolivia y han fallecido 55.
Algo parecido ha ocurrido en la región autónoma del Tibet cuya meseta se encuentra a 4.000 msnm enclavada en el Himalaya. Allí ha habido sólo un contagiado que llegó de Wuhan y ni un fallecido.
En el caso de Nepal, que está en un margen entre 1.000 y 4.000 msnm se han presentado 54 casos y ni un muerto, según la OMS.
Por su lado el National Geografic informó que la Universidad de Columbia se encuentra analizando cómo la luz UV podría frenar los contagios al matar al coronavirus en sitios cerrados. Ésta dio a conocer que está desarrollando una técnica en que la luz UV elimina los virus en el aire.
También se ha comprobado que con los rayos UV se esterilizan los instrumentales médicos y habitaciones.
En la actualidad, una empresa cruceña está construyendo aparatos con luces UV para hospitales.
Los rayos UV en exceso, sin embargo, también puede traer efectos contrarios como cáncer a la piel y daños oculares, entre otros.
Comparado con los fallecidos en el resto del mundo, los bolivianos seríamos afortunados, aunque aun no hemos llegado al pico. Lo mismo ocurre con los tibetanos y los nepaleses.
¿Como se explica todo esto? ¿Los datos expuestos corroborarían el estudio médico del Dr. Zubieta?

Todo, sin embargo, está sujeto a confirmación ya que todo lo referente al coronavirus es muy nuevo e incierto.