martes, 30 de noviembre de 2021
Ángela Merkel deja un legado excepcional
viernes, 12 de noviembre de 2021
Una boliviana fue la primera aviadora en Sudamérica
miércoles, 29 de septiembre de 2021
PASION POR EL CONOCIMIENTO. ENTREVISTA A VERONICA ORMACHEA POR MONICA SUBIETAS.· Mundo Hispánico · No 239 · Julio-Agosto 2019.
martes, 28 de septiembre de 2021
NARRATIVA FEMENINA BOLIVIANA EN MADRID
sábado, 18 de septiembre de 2021
PRENSA LIBRO LOS INFAMES Y HOCHSCHILDS PASSPORTS
martes, 27 de julio de 2021
¿Caerá finalmente la dictadura cubana?
miércoles, 30 de junio de 2021
¿En qué momento se había jodido el Perú? Ahora.
lunes, 31 de mayo de 2021
IGNORANTES E IRRESPONSABLES LOS QUE NO SE QUIEREN VACUNAR
martes, 27 de abril de 2021
Caótica vacunación en Bolivia
martes, 30 de marzo de 2021
¿Seremos los mismos después de la pandemia?
¿Cómo se vislumbra la pospandemia?
lunes, 1 de marzo de 2021
¿Es segura la vacuna Sputnik? Reportaje France24 video. Link.
¿Es segura la vacuna Sputnik? Reportaje France24
https://www.france24.com/es/
¿Seremos los mismos después de la pandemia?
ANF, PAg7, El Día, Los Tiempos, Correo del Sur, La Patria, El periódico, Mundiario, SudaméricaHoy, EJU.
Focus
Ante la COVID-19, todos somos iguales. No hay poder ni dinero que nos pueda salvar del virus mortal.
A pesar de que se ha empezado a vacunar para salvar el mundo y reactivar la economía, probablemente los primeros años de esta década sigan siendo perdidos ya que la pandemia tira para largo y han surgido nuevas cepas.
Si no somos mejores personas después del sufrimiento que nos ha causado, no habremos aprendido nada.
Desde hace un año, estamos viviendo en un encierro asfixiante con miedo e incertidumbre porque la muerte nos sigue rondando a pesar de las medidas de seguridad.
Esta pandemia ha aflorado lo mejor y lo peor de la condición humana. ¿Qué hemos aprendido? Hemos sido resilientes tras ver morir a seres queridos y superar con resignación dicha pena.
Como la pandemia impactó a la economía mundial, bajó la producción y muchas empresas así como hoteles, restaurantes, líneas aéreas despidieron a sus empleados creando mucha cesantía lo que provocó desasosiego por la falta de ingresos.
Muchos se reinventaron. La imaginación y el esfuerzo afloraron. Los jóvenes crearon emprendimientos principalmente de alimentos que vendían a través de las redes. Otros se dedicaron al “delivery”. También hicieron productos para la pandemia. Otros ofrecían clases de todo vía zoom. Y los que mantuvieron sus trabajos, siguen trabajando desde su casa vía internet.
Durante la cuarentena hemos valorado pequeñas cosas, como una buena conversación en un café, pero principalmente la importancia de la comunidad, la compañía de los familiares y amigos.
Hemos apreciado la libertad de movimiento y hacer una vida normal que dábamos por sentadas.
De igual manera, fuimos empáticos con los solitarios y vecinos. También nos dimos cuenta que podemos vivir con lo necesario. Y, los héroes, siguen siendo el personal sanitario, que da sus vidas para salvar a los contagiados.
Todo esto nos tiene que haber hecho crecer como personas. Aunque, probablemente, cuando volvamos a la normalidad, seamos los mismos consumistas y materialistas. La única beneficiada fue la madre tierra que se liberó de nosotros, los depredadores.
También afloró lo peor de la condición humana. Muchas farmacéuticas especularon con el precio de los medicamentos y objetos y vimos la corrupción con la importación de respiradores.
Los propietarios de inmuebles tuvieron que bajar los alquileres para obtener ingresos. Incluso muchos siguen vacíos. Algunos bancos siguen cobrando préstamos e intereses a los desempleados. Y, personas en el poder, se han hecho vacunar.
También pudimos ver las deficiencias mundiales para enfrentar la pandemia. Francis Fukuyama dijo que ni las potencias están preparadas para enfrentarla.
En el caso de Bolivia, el sistema sanitario colapsó e incluso muchos murieron por falta de oxígeno por unos bloqueos organizados por el MAS en la anterior gestión.
Comprobamos que el gobierno socialista de Evo Morales, compró helicópteros, aviones y mandó a hacer un museo que ensalza su figura, algo innecesario, cuando debió invertir en salud y educación que es una prioridad y obligación del Estado con sus habitantes. Su gestión fue un fracaso. Bolivia supervivió por los altos precios por las ventas de gas.
¿Seremos los mismos después de la pandemia? La dinámica entre seres humanos cambiará. La gente será menos cálida para evitar los contagios, y trabajaremos y estudiaremos parte del tiempo desde nuestras casas por la revolución de tecnologías de la información y comunicación (TIC) donde la distancia no es un impedimento.
martes, 26 de enero de 2021
¿Seremos conejillos de indias con la vacuna rusa?
Los Tiempos, PAG 7, Correo del Sur, El Periódico, La Patria, SudamericaHoy, Mundiario, ANF, EJU, EL DÍA.
FOCUS
El gobierno de Bolivia pondría en riesgo a los bolivianos al inocularnos la vacuna rusa Sputnik V contra la COVID- 19 porque podríamos ser víctimas de efectos colaterales.
No solo vivimos atemorizados por la pandemia del coronavirus que ha matado a 2.13 millones en el mundo en un año, si no que ahora nos invaden dudas sobre la vacuna rusa.
El gobierno boliviano compró 5.2 millones de vacunas rusas -según ellos por su disponibilidad a corto plazo- que será entregadas entre marzo y mayo de este año. También adquirió otras 5 millones de AstraZeneca de la universidad de Oxford que fueron gestionadas por el anterior gobierno.
Lo preocupante es que la Sputnik-V (por la se pagó algo menos de US 10 por dosis) no ha sido certificada por ninguna agencia reguladora médica y tampoco ha concluido los estudios de la fase III, lo cual pone en duda su efectividad.
Los rusos, sin embargo, aseguran que tiene una eficacia de 91.4%, lo que no es ninguna garantía mientras no esté certificada.
El gobierno argentino ha adquirido la Sputnik y ya la está inoculando.
The Wall Street Journalen un artículo reciente que fue reproducido por el diario “La Nación” de Buenos Aires, señaló que la Sputnik V "no ha sido aprobada por las autoridades sanitarias occidentales ni ha recibido la autorización de la OMS de la que dependen muchos países en desarrollo para examinar las vacunas".
También anunció que "Argentina es un campo de pruebas para la campaña mundial de vacunas de Moscú" así como que la estrategia de Rusia es avanzar sobre los mercados de los países emergentespara enfrentar la pandemia de Covid-19.
Los únicos países que han registrado la vacuna rusa son Argentina, Bolivia, Venezuela, Paraguay Argelia, Palestina, Turkmenistán, Bielorrusia y Rusia.
El doctor Octavio Aparicio escribió en su cuenta de twitter “La vacuna rusa contra COVID no tiene aun estudios clínicos de fase III completados”. También señaló: “Que publiquen un solo estudio clínico fase III randomizado en miles de voluntarios como el estudio Cove de Moderna o el de Pfiezar y no objetaremos la vacuna rusa. Mientras tanto su efectividad y efectos colaterales no están demostrados a pesar de las informaciones del Ministerio de Salud”.
El gobierno boliviano, antes de adquirirla, debió exigir al gobierno ruso que sea certificada por autoridades sanitarias como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de EEUU, o la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Desgraciadamente ha sido una decisión política precipitada que podría traer serias consecuencias.
El diario estadounidense también aseguró que “la falta de documentación sobre los ensayos clínicos en Rusia con personas mayores, ha llevado al gobierno argentino a inocular solo a personas menores de 60 años”. Esto nos confirma nuestrapreocupación.
El gobierno debió haber considerado las falencias de la Sputnik-V en aras de la seguridad de los bolivianos.
Es obligación de cualquier gobierno proteger y dar todas las seguridades a sus ciudadanos especialmente cuando se trata de una pandemia mortal donde vivimos en permanente amenaza.
La lucha contra el Coronavirus debería ser una prioridad para el Estado boliviano.
Debería destinar todos sus recursos y esfuerzos para combatirla, crear un serio plan de acción porque han fallecido casi diez mil personas y muchas más han sido contagiadas y tendrán secuelas.
Aparte del tema sanitario, la pandemia hizo perder sus fuentes laborales a millones de ciudadanos y ha destruido la economía de muchos países.