martes, 29 de marzo de 2022

Putin, ¿el nuevo Stalin?

FOCUS ANF,Pag7, Mundiario, SudamericaHoy,EL Periódico, Contacto,Los Tiempos, El Día,La Patria, EJU, Stalin dirigió su país durante casi tres décadas. Putin lo hace hoy. Son épocas distintas pero tienen mucho en común. Stalin fue un dictador, genocida, y asesinó sin compasión incluso a sus camaradas leales. En Ucrania requisó las cosechas a lo que se llamó el Holodomor (matanza de hambre) y murieron cerca a 7 millones de personas. Y, en total, mató a casi 20 millones de rusos. Putin es otro dictador que le está siguiendo los pasos invadiendo a la castigada Ucrania. Es considerado un criminal de guerra porque ha matado miles de civiles y creado una feroz crisis humanitaria. Putin creyó que en una semana derrocaría y se apoderaba de Ucrania, pero solo el coraje y el patriotismo de los ucranianos ha hecho que pase un mes de la invasión y aun no pueda tomar Kiev ni a Zelenski. Putin jamás se imaginó que la OTAN enviaría armamento y apoyo humanitario a Ucrania no siendo éste miembro del grupo de defensa. Tampoco se imaginó que Biden declararía que si el líder ruso utiliza armas químicas contra Ucrania, desataría una respuesta “severa”. Si así fuera, lo más probable es que se desate la Tercera Guerra. Putin lo sabe y no le conviene lanzarlas. El ambicioso ex KGB se mantiene en el poder desde hace 23 años. Desde entonces se ha adueñado del gobierno y planea quedarse hasta 2036 lo que superaría a Stalin que estuvo 26 años, que junto a Hitler y han sido los peores genocidas del Siglo XX. No sabemos el desenlace de la guerra. Kissinger decía que no importa como empieza una guerra, sino como termina. Rusia no la tiene fácil (a pesar de que cuenta con armas químicas y nucleares), porque las sanciones económicas y financieras que le han impuesto la OTAN, la están asfixiando al extremo que ha pedido armamento a China que no debería proporcionárselo. Francis Fukuyama, en un artículo titulado “Preparándose para la derrota” dice que Rusia se dirige a una derrota absoluta en Ucrania ya que su planificación fue incompetente ya que creyó que los ucranianos quería ser parte de Rusia, lo cual es todo lo contrario. Estos quieren ser parte de occidente, ser miembros de la UE, de la OTAN y no de la Rusia de Putin y menos volver a los resabios de Stalin. En una guerra, todos pierden, lo hemos visto en el curso de la historia y las peores víctimas son la sociedad civil. La destrucción, muerte y los resentimientos posteriores son imborrables. Los que emigraron tuvieron que dejar a sus seres queridos atrás para enrolarse en el ejército o porque eran muy mayores. En otros países ven por televisión que todo lo que amaban y tenían está hecho cenizas y no tienen donde volver. Y, los que se quedaron, están sin comida, luz, calefacción y viven en medio del terror pendientes que les llegue una bomba y los mate. Ucrania siempre ha sido deseada, ocupada y castigada. Ocurre que su situación geopolítica es estratégica por su acceso al mar y por su cercanía a Europa occidental. Además provee de granos a Europa. Mientras que la OTAN considera su posición clave, Putin no quiere que sea miembro de ella ya que quiere tener supremacía sobre Ucrania para armar un nuevo orden a su manera así como recuperar las ex repúblicas socialistas soviéticas que lograron su independencia tras la caída del muro. Lo complejo es que Rusia provee de gas a Europa, a pesar de que el gasoducto Nord Stream II ha sido clausurado. Es por ello que han subido los precios de los carburantes. Sube la gasolina y sube todo. Esta guerra absurda está afectando a Ucrania y al mundo pero los aliados deben seguir imponiendo sanciones.

martes, 1 de marzo de 2022

El calvario de Olga Flores tras su hermano desaparecido

FOCUS ANF,El Periódico, Pag 7, Los tiempos, EL Día, Mundiaro, SudamericaHoy,Contacto,La Patria, El Potosi,EJU TV ¿Hay peor condición de un desaparecido tras ser asesinado por una dictadura militar? Han pasado 41 años y los restos de Carlos Flores Bedregal siguen desaparecidos de forma forzosa, así como los de Marcelo Quiroga Santa Cruz. El 17 de Julio de 1980 cuando el golpe militar de García Meza, un operativo militar llegó parapetado en unas ambulancias a la reunión del Comité Nacional de la Defensa de la Democracia (CONADE) en la Central Obrera Boliviana (COB), allanaron la sede, ametrallaron al edificio, los detuvieron, les dispararon y heridos los introdujeron a las ambulancias, según testigos. Carlos Flores, de 28 años, era diputado nacional y dirigente del Partido Obrero Revolucionario (POR), fue una de las víctimas. Educado por jesuitas, era un joven político que luchaba por sus ideales. Desde su asesinato y desaparición, la familia Flores Bedregal, principalmente Olga, se ha encargado reclamar su paradero al Estado boliviano. Han pasado más de 40 años y no tienen respuesta. Olga ha dedicado su vida, todo su esfuerzo e invertido hasta su último centavo en tratar de encontrar los restos de su hermano. Ha sufrido lo indecible ya que tuvo que ver tres exhumaciones falsas o de pronto aparecían paramilitares que le decían que tenían pruebas de su paradero. Incluso Evo Morales declaró el 2010 “no existen archivos clasificados de las dictaduras”. Falso, todo falso. Dolor, mucho dolor. Olga, autora del libro País sin fin, escribió antes el libro Carta Inconclusa a mi hermano Carlos. En él narra el infame golpe militar, le escribe cartas conmovedoras y relata una biografía de su corta vida. Olga y la familia Flores aún no pueden cerrar este trágico episodio porque el Estado boliviano se lo impide. Es fundamental cerrar el ciclo doloroso con los fallecidos, caso contrario la herida queda abierta y se vive un duelo permanente. Los fallecidos merecen un entierro digno. Olga pide -con el derecho que merece- que se desclasifiquen los archivos de las FFAA que dicen donde se encuentran los restos de Carlos así como el derecho a la información establecido en la Constitución. Después de 20 años, todo documento debe ser desclasificado. Según la ley orgánica de las FFAA, se pueden desclasificar archivos con una orden judicial o una resolución de la Asamblea Plurinacional. Olga obtuvo cinco órdenes judiciales, pero las FFAA no las cumplen. En cualquier sociedad democrática se deben desclasificar los archivos. Incluso la CIA lo hace. Cualquier ser humano tiene derecho a la información, más aún si se trata de violaciones a los derechos humanos. La Comisión de la Verdad del 2018, no dio resultados en el caso de Carlos Flores porque estuvo politizada por el gobierno del MAS. Ante la indiferencia del Estado boliviano, Olga se vio obligada a recurrir a la Comisión Interamericana que después de 12 años el caso pasó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH). El mes pasado fue escuchada por 7 jueces de gran prestigio. Olga declaró que el Estado boliviano no admite la desaparición de Carlos. La procuraduría afirmó que no hubo desaparición porque Carlos Flores fue asesinado y su cuerpo sustraído de la morgue del Hospital de Clínicas. Obviamente no fue sustraído por su familia, caso contrario no estarían buscando sus restos y viviendo un calvario hace 40 años. Se espera que hasta fin de año, la Corte-IDH redacte una sentencia, que dé un veredicto favorable, se desclasifiquen los archivos y se permita llegar a la verdad. Entretanto, “mientras los restos no sean localizados, la desaparición forzada sigue ejecutándose”, dijo el jurista Subieta. El dictador García Meza fue sentenciado a cadena perpetua y murió.