martes, 30 de marzo de 2021

¿Seremos los mismos después de la pandemia?

Martes 1 de marzo 2021 Los Tiempos, Pag7, Mundiario, SudamericaHoy,EL Dia, La Patria, ANF, EJU, EL Periodico, EL Correo del Sur. -------------------------------------------------------------------------- Ante la COVID-19, todos somos iguales. No hay poder ni dinero que nos pueda salvar del virus mortal. A pesar de que se ha empezado a vacunar para salvar el mundo y reactivar la economía, probablemente los primeros años de esta década sigan siendo perdidos ya que la pandemia tira para largo y han surgido nuevas cepas. Si no somos mejores personas después del sufrimiento que nos ha causado, no habremos aprendido nada. Desde hace un año, estamos viviendo en un encierro asfixiante con miedo e incertidumbre porque la muerte nos sigue rondando a pesar de las medidas de seguridad. Esta pandemia ha aflorado lo mejor y lo peor de la condición humana. ¿Qué hemos aprendido? Hemos sido resilientes tras ver morir a seres queridos y superar con resignación dicha pena. Como la pandemia impactó a la economía mundial, bajó la producción y muchas empresas así como hoteles, restaurantes, líneas aéreas despidieron a sus empleados creando mucha cesantía lo que provocó desasosiego por la falta de ingresos. Muchos se reinventaron. La imaginación y el esfuerzo afloraron. Los jóvenes crearon emprendimientos principalmente de alimentos que vendían a través de las redes. Otros se dedicaron al “delivery”. También hicieron productos para la pandemia. Otros ofrecían clases de todo vía zoom. Y los que mantuvieron sus trabajos, siguen trabajando desde su casa vía internet. Durante la cuarentena hemos valorado pequeñas cosas, como una buena conversación en un café, pero principalmente la importancia de la comunidad, la compañía de los familiares y amigos. Hemos apreciado la libertad de movimiento y hacer una vida normal que dábamos por sentadas. De igual manera, fuimos empáticos con los solitarios y vecinos. También nos dimos cuenta que podemos vivir con lo necesario. Y, los héroes, siguen siendo el personal sanitario, que da sus vidas para salvar a los contagiados. Todo esto nos tiene que haber hecho crecer como personas. Aunque, probablemente, cuando volvamos a la normalidad, seamos los mismos consumistas y materialistas. La única beneficiada fue la madre tierra que se liberó de nosotros, los depredadores. También afloró lo peor de la condición humana. Muchas farmacéuticas especularon con el precio de los medicamentos y objetos y vimos la corrupción con la importación de respiradores. Los propietarios de inmuebles tuvieron que bajar los alquileres para obtener ingresos. Incluso muchos siguen vacíos. Algunos bancos siguen cobrando préstamos e intereses a los desempleados. Y, personas en el poder, se han hecho vacunar. También pudimos ver las deficiencias mundiales para enfrentar la pandemia. Francis Fukuyama dijo que ni las potencias están preparadas para enfrentarla. En el caso de Bolivia, el sistema sanitario colapsó e incluso muchos murieron por falta de oxígeno por unos bloqueos organizados por el MAS en la anterior gestión. Comprobamos que el gobierno socialista de Evo Morales, compró helicópteros, aviones y mandó a hacer un museo que ensalza su figura, algo innecesario, cuando debió invertir en salud y educación que es una prioridad y obligación del Estado con sus habitantes. Su gestión fue un fracaso. Bolivia supervivió por los altos precios por las ventas de gas. ¿Seremos los mismos después de la pandemia? La dinámica entre seres humanos cambiará. La gente será menos cálida para evitar los contagios, y trabajaremos y estudiaremos parte del tiempo desde nuestras casas por la revolución de tecnologías de la información y comunicación (TIC) donde la distancia no es un impedimento.

¿Cómo se vislumbra la pospandemia?

FOCUS Los Tiempos, EL Día, PAg 7, Mundiario, SudamericaHoy,EJU,LA Patria, ANF, EL Periódico,EL Correo del Sur. ------------------------------------------------------------------------------- Que nos vacunen no significa que volvamos a la normalidad porque están surgiendo nuevas variantes de la COVID -19. Aparecieron la sudafricana, la inglesa, la brasilera y ahora la de India. Y es probable que surjan otras cepas. Chile, por ejemplo, que ha sido el líder en Sudamérica en vacunación, ha vuelto a tomar medidas restrictivas contra la pandemia. Mientras un país no vacune al 70% de su población, la gente se seguirá contagiando. Los gobiernos han relajado las restricciones por vacaciones, para reactivar la economía y por la presión de grupos de habitantes. Esto ha llevado a que lleguen la segunda y tercera ola y se vuelva a los confinamientos. Esto significa que deberemos seguir protegiéndonos usando el barbijo, manteniendo la distancia social, lavándonos las manos y encerrados en nuestras casas. Y, probablemente, no volvamos a la normalidad durante mucho tiempo. Hemos sido víctimas de una pandemia mundial inédita y nuestras vidas han cambiado y cambiarán. Ha echado a millones a la calle, hemos quedado sin ingresos, y nos hemos visto obligados a reinventarnos y realizar emprendimientos con imaginación, buena voluntad y esfuerzo. Nuestras casas se han convertido en oficinas y sitios de estudio. Por eso utilizamos hasta el último rincón y mejor si tenemos un jardín. Según Bill Gates, “más del 30% de los días en la oficina desaparecerán”. Ojalá que el porcentaje sea menor. La tecnología digital ha jugado un papel fundamental. Esta ya estaba disponible, ya que mucha gente ya trabajaba desde su casa, pero la pandemia aceleró su utilización y se ha convertido en un instrumento esencial en nuestras vidas. Hoy en día, muchas actividades se hacen online. Trabajar y adquirir productos por la vía telemática es un camino sin retorno y el que no la aprende a utilizarla, perece. El cliente se siente con menos riesgo de adquirir el virus si le traen los productos a su casa. No es que los supermercados y tiendas vayan a desaparecer, sino que por ahora tienen menos concurrencia. Aunque, por desgracia, algunos negocios y empresas han quebrado. Lo mismo ocurrirá con los restaurantes. Por ahora la poca gente que va a ellos come en un lugar al aire libre por su seguridad. Dichos sitios se han reinventado y ahora hacen delivery de sus productos. Eventualmente, sin embargo, retornarán a la normalidad. Sobre el tema del trasporte aéreo, la mitad de los ingresos de la líneas aéreas eran de personas que realizaban viajes de negocios. Al respecto Bill Gates, este dice que “más del 50 % de estos viajes desaparecerán”. Las reuniones se viabilizarán por via zoom, webinars y otros medios virtuales. Por ahora muchas oficinas siguen cerradas o trabajan a media fuerza, pero pronto se abrirán y retomarán a sus antiguos empleados y probablemente hagan un trabajo mixto ya que el confinamiento no ayuda a la condición humana. Hemos observado que se pueden tomar clases a través de la pantalla. A pesar de que la educación a través de ella ya existía, las universidades, colegios y centros de estudio ofrecen cursos con éxito. La oferta es muy amplia y la demanda es aun mayor ya que la pandemia es el momento ideal para capacitarse y mantenerse ocupado. Lo más seguro es que cuando pase la pandemia -que es difícil prever cuándo será- volvamos a las relaciones familiares y a las amistades. Hemos podido comprobar y sentir durante más de un año de asfixiante encierro, la importancia del contacto humano, de las relaciones sociales y de nuestra necesidad de la comunidad.

lunes, 1 de marzo de 2021

Bolivia comenzó la vacunación masiva contra el Covid-19 con el fármaco Sputnik V Primera modificación: 30/01/2021 - 00:49 El gobierno de Bolivia comenzó la vacunación masiva contra el Covid-19 con la vacuna Sputnik V, una enfermera fue la primera en recibir el medicamento en el país. En medio de polémicas, Bolivia es el segundo país de Suramérica después de Argentina en vacunar a su población con el fármaco ruso.

¿Es segura la vacuna Sputnik? Reportaje France24 video. Link.

 

¿Es segura la vacuna Sputnik?  Reportaje France24 

https://www.france24.com/es/video/20210129-bolivia-comenz%C3%B3-la-vacunaci%C3%B3n-masiva-contra-el-covid-19-con-el-f%C3%A1rmaco-sputnik-v

¿Seremos los mismos después de la pandemia?

ANF, PAg7, El Día, Los Tiempos, Correo del Sur,  La Patria, El periódico, Mundiario, SudaméricaHoy, EJU.


Focus

 

Ante la COVID-19, todos somos iguales. No hay poder ni dinero que nos pueda salvar del virus mortal. 

A pesar de que se ha empezado a vacunar para salvar el mundo y reactivar la economía, probablemente los primeros años de esta década sigan siendo perdidos ya que la pandemia tira para largo y han surgido nuevas cepas.

Si no somos mejores personas después del sufrimiento que nos ha causado, no habremos aprendido nada. 

Desde hace un año, estamos viviendo en un encierro asfixiante con miedo e incertidumbre porque la muerte nos sigue rondando a pesar de las medidas de seguridad. 

Esta pandemia ha aflorado lo mejor y lo peor de la condición humana. ¿Qué hemos aprendido? Hemos sido resilientes tras ver morir a seres queridos y superar con resignación dicha pena. 

Como la pandemia impactó a la economía mundial, bajó la producción y muchas empresas así como hoteles, restaurantes, líneas aéreas despidieron a sus empleados creando mucha cesantía lo que provocó desasosiego por la falta de ingresos.

Muchos se reinventaron. La imaginación y el esfuerzo afloraron. Los jóvenes crearon emprendimientos principalmente de alimentos que vendían a través de las redes. Otros se dedicaron al “delivery”. También hicieron productos para la pandemia. Otros ofrecían clases de todo vía zoom. Y los que mantuvieron sus trabajos, siguen trabajando desde su casa vía internet. 

Durante la cuarentena hemos valorado pequeñas cosas, como una buena conversación en un café, pero principalmente la importancia de la comunidad, la compañía de los familiares y amigos.

Hemos apreciado la libertad de movimiento y hacer una vida normal que dábamos por sentadas. 

De igual manera, fuimos empáticos con los solitarios y vecinos. También nos dimos cuenta que podemos vivir con lo necesario. Y, los héroes, siguen siendo el personal sanitario, que da sus vidas para salvar a los contagiados.

Todo esto nos tiene que haber hecho crecer como personas. Aunque, probablemente, cuando volvamos a la normalidad, seamos los mismos consumistas y materialistas. La única beneficiada fue la madre tierra que se liberó de nosotros, los depredadores.

También afloró lo peor de la condición humana. Muchas farmacéuticas especularon con el precio de los medicamentos y objetos y vimos la corrupción con la importación de respiradores. 

Los propietarios de inmuebles tuvieron que bajar los alquileres para obtener ingresos. Incluso muchos siguen vacíos. Algunos bancos siguen cobrando préstamos e intereses a los desempleados. Y, personas en el poder, se han hecho vacunar.

También pudimos ver las deficiencias mundiales para enfrentar la pandemia. Francis Fukuyama dijo que ni las potencias están preparadas para enfrentarla.

En el caso de Bolivia, el sistema sanitario colapsó e incluso muchos murieron por falta de oxígeno por unos bloqueos organizados por el MAS en la anterior gestión. 

Comprobamos que el gobierno socialista de Evo Morales, compró helicópteros, aviones y mandó a hacer un museo que ensalza su figura, algo innecesario, cuando debió invertir en salud y educación que es una prioridad y obligación del Estado con sus habitantes. Su gestión fue un fracaso. Bolivia supervivió por los altos precios por las ventas de gas. 

¿Seremos los mismos después de la pandemia? La dinámica entre seres humanos cambiará. La gente será menos cálida para evitar los contagios, y trabajaremos y estudiaremos parte del tiempo desde nuestras casas por la revolución de tecnologías de la información y comunicación (TIC) donde la distancia no es un impedimento.