Jean - Claude Duvalier (Baby Doc) está aprovechando la dramática coyuntura que vive Haití para retomar el poder. Retornó a su país por primera vez tras 25 años de exilio en Francia, probablemente con la complicidad gubernamental. El ex presidente y dictador de facto gobernó Haití de 1971 a 1986 y fue expulsado del poder tras ser acusado de saquear decenas de millones de dólares de fondos públicos.
Su presencia en el país más pobre del hemisferio occidental, no hace más que complicar la frágil situación política, económica y social.
Hace un año un terremoto causó la muerte de 250.000 personas, damnificó a miles que quedaron sin hogar, comida trabajo ni esperanza, y para colmo de males fueron víctimas de un huracán y de una epidemia de cólera donde han muerto más de 2.000 personas.
Duvalier heredó el poder de su padre Francois (Papa Doc) y a los 19 años se convirtió Presidente de la República.
La dinastía Duvalier- que se mantuvo en el poder durante 29 años- se caracterizó por cometer actos de corrupción y por gobernar bajo un régimen del terror principalmente porque contaban con una milicia privada llamada “Tontons Macoutes”. Se estima que cuando el gobierno de Baby Doc se habría asesinado a 30.000 opositores.
Jean Claude - tras la muerte de su padre - ejerció el poder con autoridad absoluta, incluso se autoproclamó “presidente de por vida”. Duvalier es acusado de ordenar ejecuciones sumarias, desapariciones, arrestos, tortura, encarcelamientos y desviar recursos del Estado. En 1987 fue juzgado por el presunto desvió de U$ 120 millones y en 1991 por la estafa de U$ 800 millones.
Tras su sorpresiva llegada a Puerto Príncipe, fue a declarar a la fiscalía, pero quedó en libertad porque según las autoridades, los cargos contra él prescriben. No así los crímenes de lesa humanidad.
Su presencia tiene un claro objetivo: dedicarse a la política (como lo aseguró su defensa en la fiscalía) y eventualmente administrar los recursos para la reconstrucción de Haití. La comunidad internacional ha comprometido U$ 10.000 millones y según expertos se requieren aún más.
A esto se suma que las elecciones generales de noviembre pasado estuvieron cargadas de irregularidades. A causa del terremoto había muchos que habían perdido sus carnés electorales y desapareció la documentación de la Corte. Esto fue una excusa para que haya un fraude vergonzoso. Hasta la fecha no hay resultados definitivos sobre los ganadores de la primera vuelta y la segunda vuelta, que debía llevarse a cabo mañana domingo, fue suspendida. Esto significa que si anulan las elecciones, Duvalier se habilitaría como candidato. Incluso ya se reunió con los Tontons Macoutes.
La situación económica de Haití, aparte de la tragedia del terremoto, es marcadamente desigual. Los mulatos francófonos, que son el 1%, son los propietarios casi de la mitad de las riquezas, en cambio la mayoría negra vive en extrema pobreza.
Baby Doc debe enfrentar a la justicia de su país y a la internacional por violaciones a los derechos humanos, por corrupción en gran magnitud y debe abandonar Haití. Su presencia podría entorpecer la reconstrucción porque lo más probable es que con sus antecedentes, la comunidad internacional no quiera confiarle el dinero para la restauración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario