30/4/2011
Mañana, día de la Misericordia, será uno de los días más importantes para los católicos del mundo. Juan Pablo II será beatificado. Ha sido uno de los hombres más emblemáticos de la Iglesia en la era moderna. Muchos lo llaman Juan Pablo Magno.
La beatificación, a mi juicio, es sólo una formalidad, así como la canonización, porque hemos tenido pruebas claras que Karol Wojtyla (el primer papa polaco de la historia), fue un santo cuando vivió en la tierra.
Lo beatificarán por haber hecho un milagro. La monja francesa Marie Simon Pierre se sanó de Parkinson sin explicaciones - según los neurólogos - tras rezarle al fallecido pontífice.
El carismático Juan Pablo II, también llamado el "Papa viajero", durante sus 27 años de papado, no sólo dejó un legado incomparable, sino que fue uno de los hombres más influyentes de fines del siglo XX.
Se dio cuenta del poder de los medios para difundir la palabra de Dios y viajó a 130 países, lo que equivale a tres veces la distancia
entre la tierra y la luna. A pesar de su avanzada edad y de sufrir de parkinson seguía viajando.
Su legado fue extraordinario. Promulgó 14 encíclicas y nuevos Códigos de Derecho Canónico Latino. Fue el primer Pontífice que escribió una Carta Apostólica dedicada a la mujer: "Dignidad de la Mujer".
A raíz de su sabiduría y fuerza interior dio mensajes de amor, de paz, de justicia social, de defensa del hombre y de los derechos humanos, destinados principalmente a los enfermos, marginados y desfavorecidos. Aquello hizo que miles se adhieran a la Iglesia católica. Dijo, especialmente a los jóvenes: "Yo los he buscado y ahora ellos vienen a buscarme y les doy las gracias".
Practicó el ecumenismo. Promovió el dialogo y acercamiento con otras iglesias. Fue el primer Pontífice en visitar una iglesia luterana, una sinagoga, una mezquita y visitó Grecia, país ortodoxo.
Fue el primero en reconocer los derechos del pueblo palestino y estableció relaciones diplomáticas plenas con Israel.
Durante la Segunda Guerra, ocultó y protegió a familias judías. Cuando fue Papa, pidió perdón a nombre de los cristianos que persiguieron a los judíos. También pidió perdón a nombre de la Iglesia Católica por la inquisición.
Sobrevivió a unos disparos en plena plaza de San Pedro y perdonó a su agresor. Desde entonces saludaba a los pueblos del mundo en su Papamóvil. A raíz de los balazos y de su vida en Polonia cuando la dictadura del comunismo, influyó en la caída de los regímenes comunistas de Europa del Este.
Gorbachev dijo sobre Él: "Es la autoridad moral más importante del mundo y es eslavo".
Fue, sin embargo, muy riguroso con la Doctrina Social de la Iglesia. No permitió que sacerdotes introdujeran la política en la fe. Criticó a Ernesto Cardenal por ocupar un ministerio en el gobierno sandinista de Nicaragua y a Leonardo Boff por promover la Teología de la Liberación en Latinoamérica, vinculada al marxismo.
Fue criticado, sin embargo, por visitar países con dictaduras de derecha, como a Chile cuando Pinochet y de izquierda a la Cuba de Castro. Pero él arguyó que llevaba a los pueblos la palabra de Dios.
Dicha beatificación es muy importante por la crisis que atraviesa la Iglesia católica que ha perdido creyentes por escándalos de abusos sexuales y pederastia cometidos por sacerdotes.
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