sábado, 11 de junio de 2011

PERÚ, UN COMPLEJO "CUASI" EMPATE ELECTORAL

La diferencia de 3 puntos en el balotaje en las elecciones presidenciales de Perú fue mínima, más aún si los candidatos eran uno de izquierda y otro de derecha. Esto demuestra una peligrosa polarización y una situación muy compleja para fines de gobernabilidad. Humala tendrá el difícil reto de administrar a un país dividido con una oposición contestataria. Deberá conciliar a sus compatriotas y buscar consensos.
El nacionalista militar de izquierda Ollanta Humala de “Gana Perú” ganó la segunda vuelta en las elecciones de su país con el 51.4% y la conservadora Keiko Fujimori, de “Fuerza 2011” con el 48.5%, hija del ex presidente Alberto Fujimori que purga una condena de 25 años de prisión.
Estas fueron las elecciones más reñidas de la historia del Perú.
Al día siguiente de su victoria el mercado bursátil de Lima bajó a 12,45%, la mayor caída de su historia, aunque luego repuntó. La labor de Ollanta será calmar y dar seguridad a sus compatriotas.
Humala recibe un país que atraviesa por el mejor momento económico de su historia. Pero si no quiere derrumbarlo, deberá continuar con políticas de libre mercado para mantener el desarrollo sostenido de su país. Estas dieron un crecimiento del 7%; un PIB de 9%; un desempleo de 6.7%; y una inflación de 2%. Deberá respetar las inversiones privadas y extranjeras, dar seguridad jurídica, cumplir los TLC y elegir con pinzas a su ministro de economía y al presidente del Banco Central de Reserva.
¿Por qué ganó Humala? Porque a último momento – tras los consejos de asesores de Lula y para desvincularse de Chávez que lo estigmatizó e hizo que perdiera la segunda vuelta en la anterior elección - moderó su discurso para captar votos. Dijo que aplicará una economía abierta y de libre mercado y que no nacionalizaría las empresas privadas ni extranjeras, principalmente las mineras, aunque si les aumentará el pago de impuestos. Perú es el primer productor del mundo de plata y el segundo de cobre y zinc. También afirmó que dará prioridad en resolver los problemas del país que al tema ideológico.
Según el politólogo de Harvard Steve Levitsky que enseña en Perú, Ollanta ganó con un 20% de voto prestado. ¿A quién lo atribuimos?
Tal vez al actual presidente García que pidió al pueblo que lo apoye; también a Toledo que le dio sus votos; a los indecisos; y probablemente al grupo de intelectuales liderado por el liberal Mario Vargas Llosa que influyeron en el voto. Éste último perdió las elecciones de 1990 contra Alberto Fujimori. Pero como nada es gratuito, lo más probable es que estos, si deciden volver a postularse, le pasen la factura.
La victoria de Humala fue porque el pueblo que votó por él
se arriesgó por una izquierda aparentemente moderada que continuará con el modelo y que está a favor de políticas públicas en bien de los pobres. Recordemos que 3/4 de los peruanos viven en la pobreza. Y rechazó la dictadura, la corrupción, la violación de DDHH, la figura de Montecinos y las esterilizaciones a mujeres pobres realizadas por el gobierno de Fujimori.
Keiko debió desmarcarse de lastre y de los asesores de su padre y enfatizar en un argumento fundamental: que su padre erradicó el terrorismo en Perú.  
Por ahora un izquierdista más se suma al mapa latinoamericano. Su éxito estará en seguir con el modelo actual. Habrá que ver que ocurrirá a la hora de gobernar.

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