“Los Ingenuos”
(Crónica publicada en LA PRENSA, FONDO NEGRO SUPLEMENTO LITERARIO
Domingo 17 de Julio de 2011)
...Por Julio Ríos Calderón(*)
Verónica Ormachea Gutiérrez lanzó tercera edición de su exitosa novela “Los Ingenuos”, que por intermedio de 689 páginas, con olor a tinta frezca, allanan el magistral contenido rociado de una sutil y extraordinaria trama.
“Los Ingenuos”, es la puesta en escena literaria de una infeliz trayectoria de una familia dominante, abusiva y racista que en el periodo de la esclavitud boliviana de 1940, humilló e hizo escarnio de la maldad a una clase oprimida, originaria y humilde.
En este escenario aparecen los personajes creados por la escritora: Juliana y Sebastián. La primera, una mujer impregnada de juventud y perteneciente a una clase alta de la sociedad. El segundo, un varón dotado de simpatía y personalidad, aguerrido, activista y defensor de los principios del trabajador. Ambos viven atraídos por un romance profundo, desaforado en los sentimientos del amor que no tiene límites, color ni estratos sociales.
Rápidamente, logra avasallar al lector y le hacer perder todo posible contacto con la desvaída realidad que le rodea. Cumple la misión narrativa en fácil escritura (como siempre le gustó a Borges que se escribiera), para transmitir su trama argumental. Pone al desnudo lo real a través de una sutíl fantasía fusionada a las páginas de sangre bolivianas, que por su truculencia y arbitrario origen comnueven a Verónica en su máxima crudeza.
Juliana es testigo de la inmolación del Presidente Villarroel. Desde sus ventanales de la Plaza Murillo, herida en el sistema nervioso, observa a una masa actuar en el paroxismo del desequilibrio. Amor, política e historia, conforman todo el argumento, que desde una perspectiva social busca conquistar un principio de equidad, en medio de una ambiciosa trilogía que logra aunar la grandeza épica del relato histórico con la fina atención del observador contemporáneo.
La acción de la novela se sostiene sobre la realización de la propia investigación y sobre los distintos puntos de vista sobre los personajes que esta genera junto a elementos narrativos que se fusionan a lo largo de la obra. La historia novelesca resultante refleja los turbios mecanismos de la lucha política, el delirio ideológico que es, al mismo tiempo, producto de lamentables circunstancias sociales y políticas, su atroz pero a la vez conmovedora peripecia que se inscribe en un contexto histórico doloroso y desgarrado.
En el título se recoge la doble historia en que se vertebra su argumento: por un lado, la relación amorosa de Juliana y Sebastián, y por otro, la presencia de nuestro recorrido político. La noble pasión amorosa entre ambos, que “la sociedad” trata por todos los medios de impedir, se combina y contrasta con las narraciones truculentas de la revolución de 1952. El contrapunto de una encendida pasión con aires shakesperianos y su correlato son algunas claves de esta narración mayor.
“Los Ingenuos” en la perspectiva de su autora, es eminentemente una novela histórica que por el camino del subgénero narrativo propio, adapta una historia amorosa. Toma por propósito principal ofrecer una visión verosímil de una época histórica preferiblemente cercana, de forma que aparezca una cosmovisión realista e incluso costumbrista de su sistema de valores y creencias. En esta realidad se utilizan hechos verídicos aunque los personajes principales son absolutamente creados por la autora.
(*) Julio Ríos Calderón, periodista y escritor, es director general de la revista GBT.Ver más
(Crónica publicada en LA PRENSA, FONDO NEGRO SUPLEMENTO LITERARIO
Domingo 17 de Julio de 2011)
...Por Julio Ríos Calderón(*)
Verónica Ormachea Gutiérrez lanzó tercera edición de su exitosa novela “Los Ingenuos”, que por intermedio de 689 páginas, con olor a tinta frezca, allanan el magistral contenido rociado de una sutil y extraordinaria trama.
“Los Ingenuos”, es la puesta en escena literaria de una infeliz trayectoria de una familia dominante, abusiva y racista que en el periodo de la esclavitud boliviana de 1940, humilló e hizo escarnio de la maldad a una clase oprimida, originaria y humilde.
En este escenario aparecen los personajes creados por la escritora: Juliana y Sebastián. La primera, una mujer impregnada de juventud y perteneciente a una clase alta de la sociedad. El segundo, un varón dotado de simpatía y personalidad, aguerrido, activista y defensor de los principios del trabajador. Ambos viven atraídos por un romance profundo, desaforado en los sentimientos del amor que no tiene límites, color ni estratos sociales.
Rápidamente, logra avasallar al lector y le hacer perder todo posible contacto con la desvaída realidad que le rodea. Cumple la misión narrativa en fácil escritura (como siempre le gustó a Borges que se escribiera), para transmitir su trama argumental. Pone al desnudo lo real a través de una sutíl fantasía fusionada a las páginas de sangre bolivianas, que por su truculencia y arbitrario origen comnueven a Verónica en su máxima crudeza.
Juliana es testigo de la inmolación del Presidente Villarroel. Desde sus ventanales de la Plaza Murillo, herida en el sistema nervioso, observa a una masa actuar en el paroxismo del desequilibrio. Amor, política e historia, conforman todo el argumento, que desde una perspectiva social busca conquistar un principio de equidad, en medio de una ambiciosa trilogía que logra aunar la grandeza épica del relato histórico con la fina atención del observador contemporáneo.
La acción de la novela se sostiene sobre la realización de la propia investigación y sobre los distintos puntos de vista sobre los personajes que esta genera junto a elementos narrativos que se fusionan a lo largo de la obra. La historia novelesca resultante refleja los turbios mecanismos de la lucha política, el delirio ideológico que es, al mismo tiempo, producto de lamentables circunstancias sociales y políticas, su atroz pero a la vez conmovedora peripecia que se inscribe en un contexto histórico doloroso y desgarrado.
En el título se recoge la doble historia en que se vertebra su argumento: por un lado, la relación amorosa de Juliana y Sebastián, y por otro, la presencia de nuestro recorrido político. La noble pasión amorosa entre ambos, que “la sociedad” trata por todos los medios de impedir, se combina y contrasta con las narraciones truculentas de la revolución de 1952. El contrapunto de una encendida pasión con aires shakesperianos y su correlato son algunas claves de esta narración mayor.
“Los Ingenuos” en la perspectiva de su autora, es eminentemente una novela histórica que por el camino del subgénero narrativo propio, adapta una historia amorosa. Toma por propósito principal ofrecer una visión verosímil de una época histórica preferiblemente cercana, de forma que aparezca una cosmovisión realista e incluso costumbrista de su sistema de valores y creencias. En esta realidad se utilizan hechos verídicos aunque los personajes principales son absolutamente creados por la autora.
(*) Julio Ríos Calderón, periodista y escritor, es director general de la revista GBT.Ver más
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