sábado, 10 de noviembre de 2012

En EEUU,el voto de las minorías fue clave

Sábado 10 de noviembre 2012
Diario Página Siete

¿Tendría razón Fidel Castro cuando dijo que los dos principales partidos que se enfrentaron en las elecciones en Estados Unidos se diferencian como la Coca Cola de la Pepsi Cola?
Probablemente afirmó aquello porque hasta el último minuto las encuestas empataban al candidato demócrata, el presidente Barak Obama con republicano Mitt Romney. Pues, se equivocó, a pesar de que dichos comicios resultaron ser los más reñidos de la historia norteamericana reciente.
Obama obtuvo la reelección con 303 votos y superó los 270 votos electorales necesarios para lograr la presidencia. En tanto Romney obtuvo 206.
La gran diferencia fue que Obama tenía la experiencia de cuatro años de gestión, y sabía a quién debía dirigirse durante la campaña: a las minorías.  En tanto Romney ofreció un discurso conservador no precisamente dirigido a éstas. Obama obtuvo el 71% del voto latino; 73% del asiático; 93% del afro americano; y 39% del blanco.
Obama obtuvo la victoria a pesar de la mayor recesión financiera desde la Gran Depresión, para lo que promulgó la reforma financiera.
Los votantes eligieron a Obama por la aplicación de políticas públicas y sus acciones. Durante su gestión, promulgó un plan de estímulo económico por U$ 790 mil millones; realizó una reforma sanitaria que llega a 32 millones de estadounidenses, que es su proyecto estrella; concluyó la intervención norteamericanna en Irak después de siete años; ordenó realizar un operativo donde murió Osama Bin Laden; logró que el Tribunal Supremo anule tres cláusulas que criminalizan la inmigración ilegal.
No es sólo el carisma, la elocuencia, la popularidad y olfato político le dieron la victoria, fueron las minorías, como los latinos, los afro americanos, los asiáticos que tradicionalmente no votan por los republicanos. A éste se sumaron las mujeres, los jóvenes y los indecisos.
La primera minoría en EEUU son los inmigrantes latinos que llegan al 16.2% de los cuales 24 millones se registraron para votar. Ningún candidato en la historia electoral norteamericana gastó tanto como Obama en buscar el voto latino.  
El reelecto mandatario enfrentará grandes retos en la economía, inmigración y en política exterior.
La tasa de desempleo es del 7,8% que para reducirla planea crear un millón de trabajos en la industria manufacturera y cien mil empleos para profesores. Deberá recortar la deuda federal que alcanza a U$ 16 billones; rehacer el código tributario; disminuir la dependencia en la importación de petróleo; y unir a un país polarizado.
Deberá reformar las leyes de inmigración a la brevedad posible normalizando a través de una ley el estatus de once millones de indocumentados, aunque para su aprobación necesitará el apoyo de la cámara de representantes que está controlada por los republicanos.
Deberá dar fin a la ocupación de tropas norteamericanas en Afganistán. Tratar de mediar en la busca de la paz entre israelíes y palestinos; influenciar en disuadir que se acabe la guerra civil en Siria; disuadir a Irán en su programa nuclear y darle más importancia a las relaciones con Latinoamérica cuyo principal socio comercial es México.
La votación demuestra la importancia del voto de las minorías, que crece a pasos agigantados. Los candidatos deben tomar conciencia de que en gran medida, Estados Unidos es un país de inmigrantes. En todo caso pareciera que a pesar de la crisis económica, la gente opta por la continuidad.

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