Entrevista del escritor Rodrigo Urquiola
“La historia se repite aunque con diferentes matices”
A partir de la novela histórica Los ingenuos, Verónica Ormachea y el autor de esta nota reflexionan sobre los cambios en la sociedad boliviana.
- 23/11/2012
- Después del libro Entierro sin muerte - El secuestro de Doria Medina por el MRTA en el que abordas, desde la perspectiva de la crónica periodística-literaria, un suceso “real”, ¿qué puede decir de la incursión en la narrativa de ficción que llevó adelante con Los Ingenuos?, ¿qué significa esta novela dentro de su carrera como escritora?
- Cuando escribí Entierro sin muerte me di cuenta todo lo que podía crear, pero no era posible porque debía regirme por los cánones de la crónica literaria. A partir de ello decidí escribir Los ingenuos, la novela que siempre quise escribir, que ha sido una revelación incluso para mí. Nunca imaginé que tuviera tanta acogida en los lectores y que ganara la Mención de Honor del Premio Nacional de Novela.
- En Los ingenuos la trama novelística es un camaleón. En varios momentos hay una trabajada concepción histórica del momento narrado, pero a veces esta rigidez se quiebra para dar paso a la ficción, a la invención literaria. ¿Qué es la historia para Verónica Ormachea?, ¿es un género narrativo o es que la literatura es un género que bien puede ser histórico?
- La historia me apasiona y escribí la novela desde la óptica de los caídos, algo que no se había hecho antes. La trama es ficción enmarcada dentro del contexto histórico de la época, lo cual resulta en una novela histórica, que es el género literario que más me gusta.
- La familia Gonzales de Tezanos Pinto, tal como su mismo apellido parece indicarlo, es una familia rica, aristocrática, orgullosa de la sangre española que corre por sus venas. Lo contrapuesto a ellos, otra familia, que habita en una misma casa que bien podría significar Bolivia, es la familia que conforman Sebastián y Jacinta, campesinos, gente pobre o, como a veces los llaman despectivamente, “indios”, que son la sirvienta y su hijo.
Los ingenuos habla de lo que le pasa a estas dos familias en un delicado momento de nuestra historia nacional, la revolución del 52, ¿qué es Bolivia para Verónica Ormachea?, ¿en algún momento pensó, mientras escribía Los ingenuos, en el momento actual que nos toca vivir?
- Bolivia es un país mestizo, al que amo y al que le debo mucho. Cuando escribía la novela no me di cuenta que algo similar ocurriría en momentos actuales, los lectores me lo hicieron notar. Por eso el libro sigue interesando al público. Porque la historia se repite, aunque con diferentes matices.
- Son tiempos turbulentos los que nos toca presenciar en Los ingenuos; Bolivia es algo así como un ave fénix que muere para volver a nacer de sus propias cenizas. Las imágenes de las balas atravesando las paredes de los inocentes, el linchamiento y posterior colgamiento de Villarroel, el “Mamertazo”, la presidencia de Hugo Ballivián y la posterior revolución que encumbra a Paz Estenssoro en el poder.
¿Cómo fue el trabajo de investigación?, ¿qué cosas nuevas descubrió de Bolivia?, ¿ayudó la memoria familiar?
- Descubrí la verdad de la revolución, porque desgraciadamente la historia la escriben los ganadores. El trabajo de investigación fue complejo. Tuve que recurrir a bibliotecas privadas, fuentes primarias, testimonios de partidarios del MNR, así como de falangistas, militares y víctimas de la revolución. Yo no había nacido cuando estalló la revolución.
- Sebastián, el hijo de la sirvienta, está enamorado de Juliana, la hija de los dueños de casa. Ella le corresponde. A lo largo de la novela y debido sobre todo al momento político ambos se ven separados y hacen una vida muy distinta a la que se imaginaron en un principio. ¿Qué son las clases sociales para Verónica Ormachea?, ¿existe el racismo en nuestro país o existe el clasismo?
- En todas las sociedades del mundo hay distintos estratos sociales. Desgraciadamente en Bolivia existe el racismo y el clasismo, lo que es abominable y es algo que se debe eliminar.
- En Los ingenuos se da una amplia y pormenorizada descripción de lo que significó la revolución del MNR para los oligarcas, los nuevos desposeídos, y para los presos políticos. Redescubrimos, también, los campos de concentración.
Pasados cinco decenios, y con la perspectiva del tiempo, ¿qué significó la revolución del 52 para la Bolivia actual?, ¿era necesaria?, ¿qué sucedió con aquellos “ingenuos” que creyeron en ella ciegamente y qué sucedió con aquellos “ingenuos” que la defenestraron?, ¿qué pasó con los “ingenuos” que la sobrevivieron?
- La revolución del 52 para la Bolivia actual tiene cierto significado, un ejemplo claro es que hoy tenemos a un Presidente originario. Un representante de las mayorías gobierna el país. Por otro lado, ésta fue necesaria para crear una clase media, hoy consolidada.
Muchos “ingenuos” que creyeron en ella se desilusionaron porque fue terriblemente cruel, destrozó a sus familias y les quitó sus bienes; los que la defenestraron emigraron y nunca más volvieron a Bolivia y los que la sobrevivieron, la mayoría se hicieron ricos por la corrupción que fue instaurada por el MNR.
- Quiero recordar el hecho de que el Gobierno de Hugo Chávez le impidió asistir a la feria del libro de Caracas en 2009, a propósito de que en Los ingenuos se manifiesta una radiografía de la degeneración que provoca el poder en los seres humanos. ¿Qué es para usted el poder, esa fuerza invisible y aparentemente indestructible?
- El poder, mal llevado, es muy peligroso porque los gobernantes hacen uso y abuso de él. Así me ocurrió cuando me negaron participar en la FIL de Caracas. Aquello fue por mi condición de periodista porque escribí que Evo y Chávez eran dictadores, lo cual ratifiqué.
Rodrigo Urquiola Flores
“Descubrí la verdad de la revolución, porque desgraciadamente la historia la escriben los ganadores”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario