Diario Página Siete
Sábado 22 de noviembre del
2012
El Santo Padre Benedicto XVI
ha demostrado que se adscribe a la modernidad. Si bien se adapta al mundo
actual, twitter puede ser un arma de doble filo.
En fecha 12/12/12, número
cabalístico, que incluso se decía que acabaría el mundo, y que coincidía con el
aniversario de la Virgen
de Guadalupe, El Papa envió su primer mensaje a través de su cuenta @pontifex, nombre
inspirado en unir puentes.
Con mano propia escribió: “Queridos
amigos, me uno a vosotros con alegría por medio de Twitter. Gracias por vuestra
respuesta generosa. Os bendigo a todos de corazón”. El mensaje fue recibido por
millones de seguidores.
El Santo Padre no seguirá a
nadie y sus “tuits” serán publicados en siete otras cuentas aparte del español,
entre ellas en inglés, italiano, portugués, alemán, polaco, árabe y francés.
Sus primeras respuestas se
publicarán los miércoles coincidiendo con las audiencias públicas que otorga El
Papa y eventualmente se irán difundiendo con mayor frecuencia.
Incluso Su Santidad tiene
otra cuenta @askpontifex en que los creyentes o no creyentes podrán hacer
preguntas en los ocho idiomas que serán respondidas por sus asesores.
El objetivo es que la Iglesia Católica utilice
todos los medios de comunicación y llegar hasta el último rincón del mundo para
divulgar el Evangelio, reafirmar la fe, atraer a los jóvenes y a nuevos
creyentes. Esto principalmente por el grado de deserción entre los católicos a
pesar de que es la religión con más creyentes en el planeta. Se estima que alcanza
a aproximadamente 2.200 millones de cristianos.
Es notable que el Santo Padre
- inalcanzable para la mayoría de los católicos apostólicos y romanos - haya
decidido entrar a Twitter. Su presencia en las redes da a los cristianos y no
cristianos la oportunidad de informarse y compartir la religión católica y la
doctrina social de la Iglesia así como el pensamiento del Santo Padre, a
pesar de que el Vaticano ya era parte de Facebook, Youtube y News.va.
El Papa Ratzinger sigue, a su
manera, los pasos de su antecesor Juan Pablo II. Éste se dio cuenta de que la
mejor manera de evangelizar y reafirmar la fe, era a través de los poderosos
medios de comunicación y se convirtió en el “Papa Viajero” al que le daban gran
cobertura a cada uno de sus viajes llegando a millones.
Ahora Rastinger, se ha
convertido en el Papa de las redes sociales, que tienen una influencia enorme. Hasta
han caído gobiernos por el 2.0. Muchos hechos actuales importantes son
publicados en las redes antes que en los medios de comunicación. El mundo de
hoy no podría ser el mismo sin éstas.
El riesgo, sin embargo, está
en que el Papa y el Vaticano sean víctimas de críticas, agravios o diatribas. Lo
más probable, sin embargo, es que funcionarios eclesiásticos expertos en
comunicación las ignoren. Éstos están conscientes que aquello ocurrirá, están
preparados y sólo responderán a comentarios respetuosos de los twitteros e incluso
de creyentes de otras religiones.
Es fundamental que la Iglesia Católica sea parte de
las redes sociales, del 2.0 de las cuales es imprescindible participar no sólo
para divulgar sus creencias sino para ser parte de la actualidad.
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