Diario Página Siete
Ratzinger sentó un precedente
El Papa Benedicto XVI sentó
un precedente extraordinario al anunciar su renuncia a la silla de San Pedro
después de ocho años de reinado. Ahora los papas se sentirán libres de dimitir por
lo que les dicte su conciencia. Pero al mismo tiempo, nos cuestionamos si
existen los obispos iluminados o sobre la vocación de ejercer como Papa.
Jopeph Ratzinger arguyó que
fue por falta de fuerzas. Demostró un ejemplo de valentía, honestidad y desaprensión
al reconocer sus limitaciones físicas de seguir encabezando a la Iglesia Católica.
Una decisión nada fácil, que
muestra su grandeza, generosidad y sabiduría más aún cuando en los tiempos
actuales pocos quieren desprenderse del poder. Un líder debe saber cuando
retirarse y éste es el caso. Es más,
Su dimisión sorprendió al
mundo católico y no católico porque durante casi 600 años los papas han reinado
hasta el último día de su vida. La última renuncia fue del Papa Gregorio XII en
1415 para dar fin con el cisma de la
Iglesia en occidente.
En el homilía del pasado
Miércoles de Ceniza, el Santo Padre, condenó la “hipocresía religiosa” y las
divisiones internas de la Iglesia.
Y aseguró, que dimitió “por el bien de la Iglesia”.
En su reinado tuvo que afrontar
denuncias de pederastia por parte de sacerdotes católicos, él, sin embargo
pidió perdón públicamente a las víctimas y propició la “tolerancia cero”.
También fue perjudicado por
la filtración de documentos confidenciales por su mayordomo así como por casos
de corrupción en el Vaticano, congregaciones y diócesis.
En un discurso criticó al
islam vinculándolo con el terrorismo yihadista, lo que provocó malestar entre
los musulmanes, pero se disculpó.
No debe haber sido fácil ser
el sucesor del carismático y emblemático Juan Pablo II, al que incluso llaman Juan Pablo Magno.
El Papa Benedicto XVI fue una
figura distinta. Es un teólogo y un intelectual de primera línea. Publicó su
lucido pensamiento y se acercó a la modernidad llevando la palabra de Dios viajando
y abriendo su propia cuenta en tuiter.
Existe, sin embargo, en la Iglesia, una posición
clara e incambiable sobre el aborto, la pena de muerte, la eutanasia, la
clonación, la homosexualidad, el sacerdocio de las mujeres, entre otros. Es una
institución que debe promover los principios éticos y la moral en un mundo cada
vez con menos valores y con más disidentes en la Iglesia.
El Santo padre es un hombre
realista que ha abierto una puerta para que los obispos del Colegio
Cardenalicio escojan a su sucesor, que esperamos sea un hombre joven ya que la Iglesia Católica está cargada
de problemas.
Todos los latinoamericanos
quisiéramos que por primera vez un cardenal de la región ocupe la silla de San
Pedro, más aún cuando el 42% de los católicos del mundo (que son 1200 millones
de fieles) se encuentran en este continente emergente, pero cargado de pobreza.
Entre los latinoamericanos se
especula de los brasileros Adilo Scherer que dirige la diócesis de Brasil con
más católicos en el mundo y de Joao Braz de Avis relacionado con la Teología de la Liberación, aunque no
al extremo, con lo que ha obtenido seguidores. También se habla del argentino
Leonardo Sandra que sustituyó al secretario de Estado del Vaticano, ocupando el
tercer lugar en la curia.
En marzo próximo se reunirán
los obispos en un cónclave para elegir al sucesor, una figura clave para los
inicios del tercer milenio del cristianismo.
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