martes, 3 de noviembre de 2015

A flor de piel, de Javier Moro

Diario Página Siete
Sábado 15 de agosto 2015



A flor de piel, de Javier Moro
Verónica Ormachea G.
Escritora
"Esta novela tiene un valor especial para los bolivianos porque
uno de los personajes, el doctor Salvany, vino a Bolivia y vacunó a miles”
Comentario.
Referirme a Javier Moro no es, para mí, como cualquier presentación.
Es un honor.
Cuando me fui a hacer un sabático a Madrid, al primer escritor español 
que conocí fue a él, y desde ese día hemos hecho una amistad entrañable.
Vino a conocer Bolivia y presentar su nueva novela, A flor de piel. 
Según él, está encantado con nuestro país y le interesaría como 
escenario para un nuevo libro. Esperamos que así sea.
Moro no es un desconocido en Bolivia. Ya lo conocíamos por 
sus apasionantes historias noveladas como El sari rojo, Pasión india
y El imperio eres tú, con la cual ganó el premio Planeta 2011. Es un 
escritor consagrado con una decena de libros publicados y traducidos a 17 idiomas.
Sobre A flor de piel: todo nace con la viruela o llamada la 
"flor negra”; enfermedad que contaminó Europa entre los siglos 
XVIII y XIX, cuando un esclavo negro la trajo al Nuevo Mundo. 
En cierto momento, 60% de la población estaba infectada y el virus 
había matado, desfigurado y enceguecido a 1/5 de los habitantes 
del planeta. Las calles de la entonces Nueva España (hoy México) 
estaban plagadas de muertos; ni el cólera ni la peste negra ni la 
fiebre amarilla diezmaron a la población mundial como la viruela. 
Mataba a más gente que las mismas guerras.
El científico inglés Jenner descubrió que las campesinas que 
ordeñaban vacas en el norte de Europa no padecían de viruela. 
Por tanto, inoculó pus infectado de viruela de las vacas a seres 
humanos con buenos resultados y así pudo comprobar que 
el virus de la viruela bovina inmunizaba de viruela a los seres humanos.
Javier Balmis, un médico español, se enteró de aquello y empezó 
a vacunar en España con éxito. Muchos echaron el grito al cielo 
porque no concebían que se utilizara suero animal en humanos. Un absurdo.
Con aquella vocación, propia de la Ilustración, decidieron que podían 
salvar muchas vidas en las colonias de América, pero como no podían 
trasportar las vacas, decidieron inocular a niños abandonados y 
transportarlos a territorios de ultramar como portadores vivos del suero.
Los médicos Javier Balmis y Joseph Salvany convencieron al 
rey Carlos IV para que los financie, y emprendieron la mayor hazaña 
sanitaria de la historia, que se llamó la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna.
Esta novela tiene un valor especial para los bolivianos porque uno 
de los personajes, el doctor Salvany, vino a Bolivia y vacunó a miles. 
Hoy sus restos descansan en un cementerio detrás de la iglesia de un 
convento en Cochabamba.
Javier es un hábil cazador de historias y tiene una rabiosa vocación 
de escritor. Ha logrado seducir a millones de lectores y seguro hará 
lo mismo con esta su nueva obra.

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