Martes 26 de mayo 2018
FOCUS
En dichos centros también se encuentran bebés de
meses que deben ser alimentados por sus madres.
Esto es considerado tortura, según el derecho
estadounidense e internacional, y es una clara violación a los Derechos
Humanos.
Trump ha estado aplicando la política de “tolerancia
cero” con los hijos de los inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera a
Estados Unidos. Entre abril y mayo pasados, separaron cerca de 2.300. Dicho
hecho abominable no ocurrió cuando Obama ni Bush.
Estos, al cruzar la frontera, así como otros, son perseguidos
con perros, carros policía y helicópteros, para luego ser apresados y procesados.
La “tolerancia cero”, se aplica a quien trate de
ingresar a Estados Unidos de forma ilegal y sin haber solicitado asilo. Es
detenido, se le inicia un proceso penal como un delincuente, aunque no lo sea
ni tenga antecedentes penales. Y como los menores de edad no pueden ser
encarcelados, los separan de los padres. Luego un juez decide si son deportados
o no.
Ante el repudio mundial, Trump revirtió dicha política
en días pasados. Cerca de 500 niños han sido devueltos a sus padres. El daño,
sin embargo, esta hecho.
Esta ha sido la peor cara que ha presentado Trump.
Es racista y xenófobo. Hace poco dijo:
“¿Por que tenemos a toda esa gente de esos países de
mierda llegando aquí?” Se refería a Haití, El Salvador y a las naciones africanas.
Dijo que era más conveniente recibir inmigrantes de Noruega. A estos, no les
interesa inmigrar porque tienen una mejor calidad de vida que los
estadounidenses.
¿Cual ha sido el fin de esto? Probablemente separar
a las familias para que -ante el sufrimiento de todos sus miembros-, los padres
desistan y acepten ser reenviados de inmediato a su país.
También para presionar a los demócratas para que suscriban
una ley de migración más severa y acepten construir el muro en la frontera con México,
para lo cual se requeriría U$ 25.000 millones. Un absurdo.
Laura Bush publicó un articulo en el Washington Post que dice que lo ocurrido
es “cruel e inmoral”. Lo comparó al hecho cuando Estados Unidos, durante la
Segunda Guerra, internó
a japoneses en campos. Según ella, fue “uno de los
episodios mas vergonzosos en la historia de Estados Unidos”.
Cuando la
Segunda Guerra, Estados Unidos internó en campos de concentración a cerca de
120.000 personas entre italianos y alemanes, pero en su mayoría japoneses,
muchos de los cuales contaban con la ciudadanía estadounidense.
“La tolerancia cero”, nos recuerda cuando los nazis,
antes de enviar a las madres judías a las cámaras de gas, arrancaban de sus brazos
a sus hijos. Los niños blancos, rubios y de ojos claros, eran secuestrados por
la SS y entregados en adopción a familias alemanas como si fueran arios.
El tema inmigratorio es complejo. Según el Centro de
Estudios de Migración, el número de indocumentados en EEUU el 2016 era de 10.8
millones. A diario miles de ilegales cruzan la frontera entre México y EEUU. La
mayoría son centroamericanos que buscan una mejor vida que la que tienen en su país,
pero ni ellos ni nadie merece aquél trato condenable.
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