Diario Página Siete
Focus
El poder de las redes sociales es gigantesco. La revolución social que ha producido la Web 2.0 en el mundo, no se la imaginó nadie y menos su creador M. Zuckerberg. Hoy se ha convertido en parte de nuestras vidas. Y el que no está conectado no vive en la era moderna.
El Facebook, cuenta con 665 millones de usuarios y Twitter con 175 millones. Su convocatoria para la interacción de la gente es inmensa y más para efectos de organización.
Los internautas incluso han derrocado, de forma pacífica, gobiernos. Un ejemplo fue la Primavera Árabe en el norte de África. A esto se llamó la Revolución 2.0. Ciudadanos, descontentos por eternas dictaduras de gobiernos y falta de atención a sus necesidades básicas como salud, educación y empleo, se comunicaron a través de las redes sociales y salieron a las calles logrando realizar importantes cambios políticos. Estos son los casos de Túnez, que se llamó la “Revolución de los jazmines” donde cayó el gobierno. Algo parecido ocurrió en Egipto, a la que se la denominó la “Revolución de los jóvenes” en la que el ex presidente Mubarak, (que estuvo en el poder desde 1981) renunció.
En Libia, sus habitantes se inspiraron en dichas revoluciones y se organizaron a través de las redes. Pero el lunático de Gadafi ordenó disparar y tuvo que intervenir la OTAN para apoyar a los civiles y opositores. La guerra civil continúa en Libia ya que la ciudadanía aún no ha podido tomar Sirte, la ciudad natal de Gadafi.
Las redes sociales también se utilizaron para la Marcha Mundial por La Paz y la No Violencia en Colombia, los “indignados” en España y se están empleando en las protestas de los estudiantes en Chile.
El Facebook y Twitter son los medios más eficaces para obtener comunicación grupal y organizacional porque son en tiempo real. Pero principalmente porque se obtiene información inmediata a la que millones tienen acceso. Incluso se publican primicias, antes de que salgan en los periódicos o en la TV. Para eso es fundamental que se realicen con seriedad.
En el caso de Bolivia, como en todo país, el FB y el Twitter sirven para muchos objetivos. La gente postea eventos sociales de todo tipo, cumpleaños, fallecimientos, ideas, experiencias, fotos, videos, pensamientos, artículos de periódicos, chismes, fiestas, amoríos, campañas de todo tipo e incluso parejas se han casado.
También se hacen páginas de apoyo a personas o causas. Un ejemplo es el del académico Juan Antonio Morales que fue víctima de una injusticia y fue tomado preso. Miles expresaron su solidaridad y protestaron. Estas continúan.
Otro caso es el del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) en que miles expresaron su defensa al medio ambiente. A través de las redes, se convocaba a la población a marchas y vigilias.
Todo depende a quien se esté conectado. Hay internautas muy interesantes, creativos y muy bien informados que ponen a diario más de una información u opinión en el FB. Por ejemplo, Puka Reyesvilla, Carlos Valverde, Maggie Talavera, Carlos Hugo Molina, Tuffí Aré o Gerson Rivero que no sólo informan con precisión sino que opinan sin reparos.
¿Es una adicción? Probablemente. Eso sí podemos asegurar que las redes sociales son el máximo ejemplo de la libertad de expresión y de democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario