sábado, 17 de agosto de 2013

EEUU seguirà espiando



Diario Pàgina Siete y Mundiario

Seríamos ilusos en creer lo contrario. En el mundo actual ya no existen secretos desde que se creó el Internet. La mejor manera de guardarlos será como se hacía en el pasado, enviando mensajes en clave, a través de personas y volviendo a utilizar la máquina de escribir.
En una seria muestra de falta de ética, John Kerry, Secretario de Estado de EEUU declaró - en torno al escándalo de espionaje - que su país seguirá “haciendo lo necesario para preservar la seguridad de los estadounidenses y del mundo en general”. Lo afirmó en un viaje relámpago a Brasil y Colombia. Una polìtica de Estado para su paìs pero no para ser aplicada a otros.
Obama anunció en torno al espionaje masivo, una serie de reformas para hacerlas más transparentes y eficaces. Afirmó que trabajará con el Congreso de su país para lograr reformas a la sección 215 del Patriot Act. ¿Cómo se pueden transparentar los programas de espionaje si son secretos? No es más que retórica para salir del paso ante el bochorno internacional por doble partida en que se destapó a Washington y nada menos por un compatriota. EEUU jamás se imaginó que el enemigo estaba en casa.
Snowden, exagente de la NSA filtró documentos clasificados en el programa PRISMA. Éste no sólo avergonzó al gobierno estadounidense al dar información a Wikileaks sino que al pedir asilo a Rusia, que ha tensionado la relación entre dichos países. Obama no asistirá a la reunión con Putin que estaba prevista en la cumbre del G- 20. Lo más probable es que Snowden hubiese entregado información a los rusos para obtener asilo. Da la impresión de volver a la Guerra Fría.
PRISMA consistía en captar correos electrónicos, contraseñas, fotografías, videos, llamadas de voz e imagen, actividad en los medios sociales, y otros datos de usuarios en las compañías de Internet.
Lo condenable es que la NSA a nombre de frenar el terrorismo, espió no sólo información clasificada de gobiernos sino de empresas, industrias, bancos y personas. Han obtenido, además, datos confidenciales de recursos naturales de los países y acuerdos de libre comercio. Según Washington, se encuentran dentro del marco legal y con aquella práctica han evitado, hasta ahora, cincuenta actos terroristas. Las opiniones al respecto están divididas. Para unos destapa la prepotencia y el abuso de Washington y para otros, se justifica porque países aún corren el riesgo de ser atacados por terroristas.
Lo peligroso es que la información está en manos de Wikileaks, que la puede dar a conocer en cualquier momento.
Los gobiernos deben exigir explicaciones. Dicha práctica viola su soberanía, el derecho internacional, los derechos humanos y el de la privacidad. Estos hechos han creado malestar en las relaciones bilaterales y multilaterales. Lo más probables es que estas se enfríen, pierdan la confianza, dejen de ser amigos y socios comerciales y los afectados empiecen a realizar alianzas regionales y actuar como bloque.
El Mercosur denunció a EEUU ante la ONU. Solicitó "Mecanismos de prevención y sanción a nivel multilateral en la materia". Alemania, Francia, España y Brasil pidieron explicaciones y Berlín planea llegar a un acuerdo con EEUU que elimine el mutuo espionaje. Todos los gobiernos espían. Lo que llama la atención es como la UE como bloque no hubiese pedido explicaciones como parte de una política exterior conjunta.
Los gobiernos podrán enjuiciarlos en los tribunales internacionales, incluso hasta romper relaciones, pero EEUU seguirá con sus prácticas de inteligencia.

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