11 de agosto 2015
Presentación de Verónica Ormachea G. de su nueva novela
histórica Los infames.
Winston Churchill dijo:
Ningún hombre razonable duda
del hecho de que los judíos son, sin lugar a duda, la raza más formidable y más
notable que ha aparecido nunca en el mundo.
Pues yo coincido con
Churchill en que es una raza extraordinaria. Son así por su innegable talento.
Por eso Hitler les temía y decidió exterminarlos en el Holocausto.
Son personas que han ejercido
gran influencia en la historia de la humanidad. Su genio se traduce en personalidades
que, a través de manifestaciones, cambiaron el mundo. Sólo para citar unos
cuantos. Jesús de Nazaret dejó un legado religioso que perdura por más de 2.000
años; Einstein logró un descubrimiento científico fundamental; Marx un nuevo
pensamiento político; Freud el análisis del inconsciente; y en las letras y en
las artes, sólo para mencionar a unos cuantos, Kafka, Mahler o Gershwin. Prueba
clara es que el 33% de los ganadores del Premio Nobel han sido judíos.
La historia del pueblo judío
es apasionante así como dolorosa. Fueron esclavos y han sido expulsados,
perseguidos y asesinados provocando la diáspora de su pueblo a todos los
rincones del mundo. También, en el curso de la historia, han sido injustamente acusados
de haber entregado y traicionado a Jesús. Y desde entonces cargan ese estigma que
se traduce en que todas las desgracias que caen sobre su pueblo son por
aquello. Pero finalmente en 1948, lograron formar una nación: el Estado de
Israel. Es por todo esto que el mundo tiene una deuda histórica con ellos.
Mi nueva novela histórica Los
infames es un aporte más a su conmovedora historia. Es una historia
universal e inédita basada en personajes reales así como de ficción que se desplazan
en dos grandes escenarios, Polonia y Bolivia.
Trata de la historia de una
familia de judíos polacos durante la Segunda Guerra.
Boris, uno de sus miembros,
emigra a Bolivia pocos meses antes de que estalle la contienda. ¿Por qué
Bolivia? Porque así como China - ya que Shangai era un territorio
internacionalizado - fueron los únicos
países que dieron visa a los judíos sin condiciones.
El gobierno boliviano otorgó
visas de refugiados gracias al
controvertido presidente German Busch por la influencia de judío alemán y
multimillonario Mauricio Hochschild, uno de los Barones del Estaño.
Boris llega a Bolivia a
trabajar a una colonia de inmigrantes hebreos en Yungas ya que el objetivo era
colonizar esa zona selvática. Luego conoce a Mauricio y éste lo invita a trabajar
con él.
Hochschild fue un portento,
un héroe anónimo hasta la publicación de este libro. Ayudó a emigrar a Bolivia
y a otros países de Latinoamérica donde tenía empresas, de manera desinteresada
y clandestina, a miles de judíos desconocidos. Incluso les dio trabajo en sus compañías
en nuestro país en los vecinos. Para aquello traficó pasaportes, falsificó
documentos, sellos, firmas y viajaba constantemente a Europa para ayudar a sus
paisanos.
Fue una suerte de Shindler
boliviano aunque fue apresado, condenado a muerte cuando el gobierno de Busch y
secuestrado durante el de Virrarroel.
Boris y Mauricio entablaron
una gran amistad y van a buscar a sus familias a Varsovia y Biblis - Alemania,
pero se enteran que han sido enviadas a Auschwitz. La única superviviente será la novia de Boris
a quien encontrará después de la guerra.
En 1939, año que estalló la
Segunda Guerra, llegaron a Bolivia 8.000 judíos y según el censo de ese mismo año
13.250 hebreos vivían en Bolivia. Fue la segunda colonia israelí mas grande del
mundo durante la contienda. También hubo un grupo de nazis incrustados en la
economía boliviana.
Los infames es la primera
novela histórica que se escribe sobre la presencia judía en Bolivia. Ésta
devela a protagonistas y hechos desconocidos. Recrea con datos reales y con
creatividad un episodio y personajes olvidados de la historia dejando un libro
como testimonio. Ese es el valor de la historia novelada.
Esta mañana recibí un correo
electrónico de Beatriz Aizenstat una muy querida amiga que dice:
Gracias por interesarte en un tema tan sensible para todos
aquellos judíos que encontraron en Bolivia cobijo para poder vivir con dignidad
y esperanza. Que Dios te bendiga siempre.
Agradezco las lúcidas
palabras de presentación de mi entrañable amigo Carlos Mesa y al editor y amigo
Antonio Schulczewski por publicar el libro e invito a todos los presentes a
leer Los infames.
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